¿Podría un corazón frío y muerto estar roto? El mío lo estaba, sin duda alguna.Tome aire, la decisión ya se había tomado, no podía darme la oportunidad de flaquear ahora. Cerré mi cabeza, resultaba sencillo cuando no había voces cantando en ella, ninguna mente rondaba por este lugar…ninguna más que la de ella, silenciosa, dándose a desear. Mi fortaleza flaqueo una ves mas, inspire hondo.—Bella, no vamos— escupí ahora estaba comenzando — ¿Por qué ahora? Otro año… —comenzó a hablar ella. No parecía entenderme, ¿a que se refería? Si tan solo pudiera leerle la mente. La frustración era tan insoportable como las ganas de preguntar que se estaba imaginando. La frene. Edward. Recuerda por que esta aquí.—Bella, ha llagado el momento. De todos modos ¿Cuánto tiempo mas podemos quedarnos en Forks? Carlisle apenas puede pasar por un treintañero y actualmente dice que tiene treinta y tres. Por mucho que queramos, pronto tendremos que empezar en otro lugar.Pareció confundida ¿Se habrá imaginado ella otra cosa? ¿Qué era? La frustración otra vez. ¿Qué estaba ella anticipando?...Si tan solo se lo preguntara. Concéntrate Edward recuerda para que estas aquí. Lo hice, yo tenia una misión, la oleada de dolor comenzó a embragarme. Oh, ¿era parte de ser un vampiro?, poder experimentar esa clase de dolor y seguir así de pie como si nada. Entonces, no me gustaban del todo mis habilidades. Esto solo me hacia sentir mas lejano a un humano… todavía mas lejano a ella de lo que estaría en un futuro Vaya, duele… demasiadoElla me miro, confusa, y yo con el corazón en vilo le dedique la más fría de las miradas. Jamás pensé que eso fuera posible, mirarla de esa manera… ¿Quién se lo hubiera imaginado siquiera? Ella siempre había sido la consecuencia de todas las miradas de dicha, deseo y amor que podía expresar mi larga vida, ó existencia. En el pasado me hubiera parecido el peor de los sacrilegios dedicarle unos ojos llenos de dureza y frialdad. Y aun ahora, aunque estaba haciéndole “el bien” comportándome de esta forma, sentía como si fuera él más sucio de los criminales. Después de todo ¿Quién podría permanecer indigente cuando enfrente de el se hallaba el ángel mas hermoso del cielo?Yo, por supuesto.—Cuando dices nosotros… —susurro—Me refiero a mi familia y a mí —hablé claro y conciso, esperando que entendiera el punto a donde quería llegar. Ya era demasiado insoportable la incertidumbre de saber como reaccionaría.—Está bien, voy contigo —dijo, segura de si mismaQue más quisiera yo.—No puedes, Bella. El lugar a donde vamos no es… apropiado para ti—El sitio apropiado para mi es aquel donde tu estés.No, esa era una mentira, su sitio ideal era lejos de mi, lejos del monstruo, a salvo…con los humanos. Uno no puede juntar el agua y el aceite, un ángel y un demonio no pueden convivir. Es tan poco natural, aunque el demonio se este desgarrando por dentro. Tal vez, como dice Carlisle, merezca un mérito por ser diferente pero… yo vivo en el infierno, ella en el cielo… ¿La iba a jalar a lo mas obscuro del averno, conmigo?¡NO! —No te convengo, Bella—No seas ridículo. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida—Su voz era de suplica, otra mentira, era bastante extraño que ahora se le diera tan bien el mentir. No titubeaba, no tenía esos ojos llenos de angustia cada vez que decía falsedades. Estaba allí, segura de si misma…sus ojos inescrutables. ¿Cómo le era fácil el mentir en ese momento?
—Mi mundo no es ara ti —repuse con tristeza
— ¡Lo que ha ocurrido con Jasper no ha sido nada, Edward, nada!
—Tienes razón. Era exactamente lo que se podía esperar— Y lo era ¿Cuándo ella daba importancia a lo grave?, ¿Cuándo ella reaccionaba como lo haría alguien normal? Era ilógico y verdaderamente estúpido el hecho de que ella creyera, que estuviera segura, de siquiera creer en su estabilidad junto a mi. Si no era capaz de protegerla de mi mismo, de mi familia. ¿Cómo la protegería de otros...?
— ¡Lo prometiste! Me prometiste en Phoenix que siempre permanecerías...
—Siempre que fuera segura para ti —corregí automáticamente
—¡No! ¿Esto tiene que ver con mi alama, no? Carlisle me hablo de eso y a mi no me importa, Edward ¡No me importa! Puedes llevarte mi alama, por que no la quiero sin ti, ¡ya es tuya!
El demonio se leva al ángel al averno, el egoísmo gana. En otras circunstancias me hubiera sentido gratamente orgulloso. Me entregaba su alam...estaba dispuesta a darlo todo por mi. Clavé mi mirada al suelo...¿podía yo tomarla?, ¿de verdad valia la pena renunciar a tal premio?.
Ella me amaba,acercándose paso a paso al amor que yo mismo le profesaba. ¿Porqué no dejarse llevar por el egoísmo?, mi mundo era ella y yo mismo me estaba exiliando de mi hogar... el Demonia se lleva al Ángel al Avismo.-Fruncí los labios-al tan solo imaginar la imagen de la muchacha parada frente a mi, quemándose entre furiosas llamas.
Levanté la mirada, estaba consiente de que está era la única forma de hacerla entender. L e mentiría.
—Bella, no quiero que me aconpañes.
Pareció confundida, su mirada era inescrutable. Como si las palabras que acababa de pronunciar fueran en un idioma desconocido para ella...Pasaron varios segundos en lo que ella me miraba.¡Frustante! y terriblemente doloroso. ¿Qué estaba pensando ahora?. Deseaba preguntarle.
—¿Tu...no...me quieres? —soltó lentamente, ordenando cada palabra con temor, un temor que llegó a desarmarme en su momento. Siguió mirándome, confundida y señalandose a ella misma con el dedo.
Sería mas difícil de lo que pensé. ¿Cómo convenserla? con aquella terquedad que siempre carga. Seguramente solo lograría a penas hacerla dudar...Si, sería arduo para ella. Aunque lo sería mucho mas para mi. Ella no lo notaría por supuesto. Quise cerrar los ojos, suspirar profundamente o concentrar la fuerza a mis puños, pero cualquier vacilación desharía el engaño perfecto, solo logré tomar fuerzas internas y conteste limpiamente.
—No
Dolor, dulce dolor. Jamás mentir me había resultado insoportable, siempre fue una cualidad innata , y de cierto modo satisfactoria. Pero hoy... quemaba peor que mi propia garganta al estar tan cerca de Bella. Ella se estremeció, pero siguió con la mirada sin plabras...¡Maldicion! ¿Qué era lo que lo que ahora pensaba?
—Bueno, eso cambia las cosas
Me adentre en su mirada, trate de leer sus ojos, pero estos seguian con expresión confundida, sin revelarme absolutamente nada. ¿Acaso ella me estaba creyendo?...Supongo que no debió de haberme sorprendido, nunca reaccionaba como la gente normal, era su parte diferente la que me gustaba. Pero hoy no y me gratificara que no supiera como dolía aquello...
Espero que les haya gustado.
Veo que te gusta crepusculo, qe bien ^^
ResponderEliminargracias por pasarte por mi blog ^^
ResponderEliminarsobre el tuyo es muy lindo, aunque ya te firme hace unos dias jaja,
bueno no se como llegue aqui XD
ResponderEliminarte sere sincera y no me gusta crepusculo ni Meyer
pero la verdad es que escribes muy bien eso nadie lo puede negar
besos