Jess caminaba de un lado al otro, sin duda era la más nerviosa de las tres. Creía que lo que habían hecho las Rossi estaba mal, su secreto no podía ser revelado a los mortales. Si hubiera estado aún con los Galeazzi eso implicaba muerte segura para ambas, y también para los humanos.
−Jess está bien, Charlotte ya vio la respuesta de los chicos. No te preocupes por nada.
−Además si hipotéticamente no lo hubieran aceptado no significa que vayan a contar el secreto a los cuatro vientos. De seguro estarían asustados y….−Chanel seguía hablando y hablando, pero la mente de Jess corría muy lejos de ahí, preguntándose que estaría haciendo Elena en estos momentos.
“Vas a abrir un hueco en el piso Jess, deja de caminar de un lado para el otro y relájate” Le hubiera dicho su madre, bueno ella.
Elena sin duda era lo más parecido que tenía a una madre cuando estaba en la guardia. Y aunque le costara demasiado admitirlo…la extrañaba.
− ¿Quién es Elena? –pregunto una de las Bracci.
−Era como mi madre, en más de un sentido. –respondió sin mucho entusiasmo y siguió dando vueltas
− ¿Por qué lo dices? –volvió a preguntar otra voz, Jess estaba tan distraída que apenas supo que le había preguntado.
−Iba a casarse con mi padre, pero fue asesinado. Aún así ella cuido de mí y fue la que me transformó cuando pensó que era indicado.
−La extrañas –No era una pregunta, más sin embargo Jess asintió pesadamente.
−Siempre creí que Elena era la más “humana” en el grupo. Le desagradaba la guerra y prefería convertir a las personas en vez de matarlas –dijo esto con voz entrecortada y sin emoción aparente.
−Vuelve con ella –dijo Beatrice, entrando a la habitación
Jess negó rápidamente con la cabeza; regresar con Elena significaba regresar a la guardia y volver a ser prisionera de Thantos.
−Rompí mis lazos con ellos, nunca más volveré –casi grito y a velocidad vampiro salió al patio trasero.
Jess POV
Estaba que me llevaba la chingada, ¿Quiénes se creen ellas para decirme que tengo que hacer?
Está bien, admito que si extraño a Elena, más de lo que yo pensaba ¡Pero venir y decirme que vuelva a la guardia! Sobre todo después de saborear la libertad por primera vez en mi vida.
Una parte de mi creía que las Bracci no me querían aquí, al menos eso demostraban. Otra parte decía que quería mi felicidad, o bueno, quería que ese lazo siguiera y me permitiera vivir en paz.
Pero la parte más grande de mi cerebro sentía una tristeza horrible. Creí que por fin sería feliz sin ellos, pero ahora me sentía desdichada y olvidada.
Te olvidaste de ellos, pero no de ella Genial, la puta voz de mi consciencia venía a recriminarme.
Creo que mi furia fue tanta que enloquecía por unos momentos y comencé a destruir todo a mi paso; árboles, plantas, un columpio, masetas, todo.
Tome con fuerza el tronco del pequeño roble que acababa de romper a la mitad y golpee el suelo, gritando y sollozando.
Debía parecer loca, y ni siquiera yo entendía el porque me enoje tanto de un momento a otro. Supuse que, desde hace tiempo tenía una presión en mi cabeza y de alguna forma tenía que desahogarme de alguna forma; luego recordé que Anneliese y su hermana acababan de revelar nuestro secreto y de nuevo sujete el tronco con fuerza y lo lancé lejos de la casa.
De pronto una silueta se dibujó cerca del columpio destruido, parecía decir algo pero mi furia me impedía entender nada. Era una mujer -o al menos eso aparentaba- y tenía un vestido blanco con pequeños detallen en negro, sobre todo en la parte baja; parecían pequeños espirales, sin un patrón fijo. Su cabello iba suelto y creí ver una pequeña tiara, pero cuando mire de nuevo ya no estaba.
Se acercó a paso lento, dejando un pequeño rastro de luz tras de ella.
Estoy soñando fue lo único que pude pensar, pero luego recordé que los vampiros no duermen. Entonces estás loca sentenció mi cabeza, o en el peor de los casos, estas muerta
Cuando hablo, sus palabras parecían tener color y recorrer todo el patio. Se elevaban como una dulce melodía que no puedes quitarte de la cabeza en todo el día. Sin duda esto no es de este mundo.
−Jess tranquila, respira hondo y deja de hacer eso. Mi vida, alguien puede salir lastimado ¿Quieres causar un accidente? –Lo dijo con un tono tan maternal que no pude evitar pensar en Elena y e inconscientemente corrí a sus brazos. Ella los abrió y me atrapo justo cuando salte a ellos, me abrazo fuerte pero sin lastimarme y depositó un pequeño beso en mi frente.
− ¿Estoy muerta? –fue la primero que me vino a la mente preguntar
−No mi vida. Solo te encuentras en una especie de transe –sus palabras fueron naranjas y rosas y flotaron en el aire como pájaros sin rumbo
−Un vampiro está haciendo esto –dije en forma de afirmación, pero ella asintió con la cabeza
−Así es, me mandó aquí para tranquilizarte y recordarte que no estás sola en el mundo
− ¿Cuál es tu nombre? –de nuevo mi gran genio haciendo preguntas estúpidas.
Ella lo pensó un momento, mirando de un lado para el otro y luego se encogió de hombros. Me pareció un gesto tan infantil que ahogue unas risitas.
−En realidad no tengo un nombre en específico. Mi querida Jess yo no existo, solo soy un espíritu creado por un vampiro, lo menos que me merezco es un nombre –Lo dijo con un tono tan neutral, pero a la vez tan desconsolado que no pude evitar abrazarla de nuevo y se me ocurrió la idea más loca del mundo.
−Sé que eres un espíritu, pero para mí tú serás “Mamá” ¿Te parece bien?
− ¡Me parece completamente estupendo! Sé que te recuerdo mucho a tu mami y también por eso estoy aquí.
−Jess−habló con tono cariñoso y mientras lo hacía acarició mi cabeza en un gesto de afecto− tu madre está perfectamente bien y ella estaría muy orgullosa de tu decisión. Elena siempre quiso ser libre, pero ¿qué mejor si su hija podía serlo?
−Supongo que tienes razón
− ¡Claro que la tengo! Deja ya de preocuparte y se feliz
− ¿Pero y el secreto? Las Rossi…se lo llevaron Mami, ellas robaron mi secreto –Ella negó con la cabeza y se rió. Quedé asombrada cuando miles de mariposas salían del sonido y acariciaban mi rostro.
− ¡Qué mejor mi niña! Ahora podrás ser tú y solo tú sin tener que fingir a otra persona
−Nunca lo había pensado así –susurré, pero al parecer ella me escucho porque me estrecho aún más y volvió a besar mi frente
−Mi querida, tengo que irme. Espero verte pronto –Y de pronto se comenzó a desvanecer, como si no fuera más que simple papel.
− ¡Espera! –grité con todas mis fuerzas y la tome del brazo, mis dedos se resbalaron al contacto pero no me importo
−Nos veremos Jess
− ¡Espera! –repetí aún más fuerte si eso fuera posible− ¿Quién te manda?
−Beatrice Rossi –Y desapareció dejando solo un rastro de luz a mi alrededor
----------------------------------------------------------------------------------
Hellow..!
Aqui un cap más, espero que les guste y perdon por tardar tanto.
No les dire ninguna escusa, solo les diré que los cap's de ahora en adelante serán un poquito más cortos. Esto es para poder publicar más seguido y no tenerlas esperando tanto tiempo.
Nos leemos, gracias a las que comentaron, espero que en este comenten mucho.
Bye bye..!
PD: Pasen por este blog ¡No quiero ser adulta! Se los recomiendo bastante :D
Me eencaantoo gaby =) kisses! Pobre las hermanas :p jej!cuidate <3
ResponderEliminarme encanto!!! estuvo realmente bueno... ¡¡¡¡que bueno haber sabido más sobre las bracci!!!! pobre de ellas...
ResponderEliminarrealmente me encanto!!!! eres muy buena y no dudes de tus verdaderos talentos... no importa quete tarde mucho con tal de que publique capitulos tan bueno (tranquila siempre los publicas).
publica pronto amiga... es sensacional este blog
te felicito amiga
t.q.m
pd. espero que chateemos pronto.
bye bye
holla volvii !! me encanto el capiii ando muy perdida de verdad no tengo tiempo de nada pero publica muyy pronto entiendo lo de los capis cortos me encantooo el capitulo como siempre escribes geniall ! :)
ResponderEliminar