La oferta era demasiado tentadora ¿Y por qué no?, de cualquier manera… cualquier cosa, la que fuera con tal de que su corazón no se detuviera, al menos si estaba en mis manos el conservarlo latiendo.
Perfecto, perfecto…Pensó Alice reteniendo una de sus premoniciones ¡No se te ocurra cambiar de idea, no pienses en otra resolución!, no hasta que termine.
Entonces, Alice se alejó de nuestro lado y se dirigió hacia Aro. Nos volvimos a mirarla. Ella había levantado la mano igual que Aro.
Alice no dijo nada y Aro despachó a su guardia cuando acudieron a impedir que se acercara.
Aro se reunió con ella a mitad del camino y le tomó la mano con un destello ávido y codicioso en los ojos.
Inclinó la cabeza hacia las manos de ambos, que se tocaban.
Aro ahora se dedicaba a escanearla, y pude ver al final la visión que estaba reteniendo. Otra vez Bella… como en muchas otras visiones. Sus ojos de un color dorado, estaba pálida al igual que yo y la luz del sol que incidía sobre ella la hacía brillar tenuemente, mientras ella y yo corríamos por el bosque persiguiendo a un alce.
… Era nuestra salvación, Aro le creía a Alice.
−Ja, ja, ja −rió, aun con la cabeza vencida hacia delante. Lentamente alzó los ojos, que relucían de entusiasmo− ¡Eso ha sido fascinante!
−Me alegra que lo hayas disfrutado.
−Ver las mismas cosas que tú ves, ¡sobre todo las que aún no han sucedido! −sacudió la cabeza, maravillado.
−Pero eso está por suceder −le recordó Alice con voz tranquila, al menos por ahora…
−Sí, sí, está bastante definido. No hay problema, por supuesto.
Cayo estaba que echaba humo, mientras que en mí ya había florecido una vez más la esperanza. ¡Perfecto!, ¡perfecto!, viviremos. No cambia duda en aquello, Aro nos había perdonado.
−Aro −se quejó Cayo Conciliador insoportable.
-¡Tranquilízate, querido Cayo! −Aro sonreía− ¡Piensa en las pasibilidades! Ellos no se van a unir a nosotros hoy, pero simpre existe la esperanza de que ocurra en el futuro. Imagina la dicha que aportaría la joven Alice a nuestra pequeña comunidad…Además siento una terrible curiosidad por ver ¡como entra Bella en acción! Deben de visitarnos en una par de años. Tengo una curiosidad ansiosa de ver como se desarrolla esta jovencita.
Ignoré su primer comentario, tratando de no alterar aún el acuerdo de las cosas. Bien podría volver a tomar la manos de Alice y asegurarse de que la decisión seguía en mi pie… debía forzarme a mantener mi resolución, por terrible que pareciera.
−En tal caso ¿somos libres de irnos ahora?
−Sí, sí −contestó Aro en tono agradable− pero, por favor, visítenos de nuevo. ¡Ha sido absolutamente apasionante!
−Nosotros también los visitaremos para cerciorarnos de que la han transformado en una de los nuestros prometió Cayo− Si yo estuviera en su lugar, no lo demoraría demasiado. No ofrecemos segundas oportunidades.
Y ahí va otra vez a provocarme. Contrólate Edward, contrólate.
Cayo esbozó una sonrisita de suficiencia y se deslizó hacia donde Marco permanecía sentado. Inmóvil e indiferente, su mente no había proferido el más mínimo de los pensamientos relacionados con nuestra conversación. Ya no le importábamos, un punto más a nuestro favor.
Maldita sea, al menos hubieran dejado a la humana… me muero de sed. Félix gimió. Yo me imagine descuartizándolo.
−Ah, Félix, paciencia. Heidi estará aquí de un momento a otro.
−Mmm. En tal caso, quizá convendría que nos marcháramos cuanto antes.
−Sí coincidió Aro. Es una buena idea. Los accidentes ocurren. Por favor, si no les importa, esperen hasta que se haga de noche.
−Por supuesto acepté inmediatamente. Auque me ponía bastante ansioso el esperar. Quería sacar a Bella lo más pronto posible de aquí… era demasiado aterrador para ella. No sabía que consecuencias traería esto después. A pesar de ser humana con un nivel poco natural de valentía, eso tendría efectos secundarios.
…Una vez más la culpa de exponerla al peligro regresó a mí, me recordé no tomar las mismas resoluciones, los mismos errores. Esta vez, y las próximas en el futuro, sería mucho más precavido.
−Y toma Pidió a Félix la capa negra que portaba. Casi sonreí al escuchar la indignación en sus pensamientos. Llévate ésta. Llamas un poco la atención.
No tuve más opción, me coloqué la capa negra, esperando poder tirarla en la primera oportunidad, era verdaderamente incomodo llevar esa ridícula capa.
Aro suspiró. −Te sienta bien. Chico, permíteme soñar.
Reí entre dientes, aunque el comentario no me hacia la más mínima gracia.
−Gracias, Aro. Esperaremos abajo.
−Adiós, mis jóvenes amigos −contestó Aro, una vez más con el empalagoso tono hospitalario y alegre.
−Vámonos −apremié dirigiéndonos a las puertas de madera. Por hoy, habíamos sobrevivido. Aunque aún quedaban muchas cosas por decir.
−¿Se encuentran bien las dos? −pregunté entre dientes. Aunque conocía a la perfección el estado de una de ellas. Alice estaba en paz, segura de que ya no habría nada que se interpusiera en el camino de regreso a casa. Su mente solo se concentraba en una sola palabra: Jasper.
Mi pregunta en realidad iba con un extraño camuflaje…debí haber dicho; “Bella, mi amor, dime por favor que te encuentras bien”. Aún así, ella lucia consumida, completamente aterrorizada, temblando de pies a cabeza… de una manera alarmante. Comencé a sentirme suficientemente ansioso como para tomarla entre mis brazos, apretarla contra mi y escupirle todo el amor que ella provocaba en mi, que todo iría bien de ahora en adelante. Qué jamás dejaría que sintiera miedo en la que restaba de su vida.
Pero, ¿y qué si formulaba la pregunta tal y como era?, ¿y si el solo hecho de llamarla “amor le provocaba más miedo?, ¿sentiría ella la necesidad de ser abrazada por una vampiro después de la escena que acabábamos de presenciar?...
Los temblores de Bella se hicieron cada vez más fuertes, esta vez acompañados por lamentos, gemidos y sonidos irregulares que se producían desde su pecho.
−Será mejor que la sientes antes de que se desplome −aconsejó Alice2210032 va a caerse a pedazos.
−Silencio, Bella, calma −No tuve tiempo de vacilar en si debía ser yo quien la consolara al guiarla para sentarse en uno de los sillones de aquella recepción. Gianna, en el mostrador estallaba de curiosidad. Y para rematarla… estaba recelosa y dispuesta a llamar a sus amos por cualquier estupidez que se le ocurriera.
−Creo que se está poniendo histérica. Quizás deberías darle una bofetada −sugirió Alice. Su tranquilidad me frustro y la impotencia me puso más tenso. ¿Cómo consolarla?, ¿cómo hacerla sentir mejor cuando yo pertenecía a aquello que la había dejado en estado de shock?.
Comenzaba a confundir la necesidad de consolarla y hacerla sentir protegida, con la urgencia e impaciencia que tenía de sentirla conmigo, tocarla… palpar la prueba de que ella de verdad existía, de que estaba conmigo… aquí, viva.
Verla de esa manera, frágil y asustada, no ayudaba absolutamente en nada. Solo hacia que la tentación y la preocupación se hicieran más grandes. Le repetí varias veces “Todo esta bien, ahora estamos a salvo”. Pero las palabras no hacían el efecto esperado, tendría que recurrir a otros medios.
La tomé entre mis brazos, cubriéndola con la capa que Aro me había obsequiado para evitar su contacto con mi frío pecho. Fue ahí donde el dolor se hizo delicioso.
Dolor; si, porque sabía de ante mano que ella estaba sufriendo, que ya antes me había planteado que preferiría que me desgarraran desde lo más profundo de mi alma, antes de verla derramar aunque fuera la más pequeña de las lágrimas. Lo que a ella le afectaba, a mi me afectaba al triple.
He aquí mi masoquismo y mi impotencia. No podía estar tranquilo mientras ella estaba así, pero a la vez…sea como sea, lo importante era precisamente eso; el verbo “estar”… “Está conmigo”, dos simples palabras que le daban un sabor tan dulce al dolor. Desaprobaba mi egoísmo, pero era imposible de negar, pero aun asi... yo estaba feliz.
−Toda esa gente… −comenzó a decir entre sollozos, recordando la escena a penas presenciada, una situación que hubiera preferido morir antes de que ella pudiera siquiera imaginársela.
−Lo sé −susurré.
−Es horrible.
−Sí, lo es. Habría deseado que no hubieras tenido que ser testigo de esto.
No dijo más. Y me sorprendió el acto de recargarse en mi pecho para secar sus lágrimas y respirar hondo, obligándose a calmarse. Hace unos segundos hablábamos de lo terribles que podíamos llegar a ser los de mi especie, y ella ahora estaba buscando tranquilidad en mí. ¡Dios Santo!, ¡cuánto amo a esta mujer!
Fue la mente de la irritable Gianna la que me hizo poner los pies en la tierra. “Si… tomaré esa excusa”. Luego se dirigió a nosotros con ese petulante sentido de profesionalidad y hospitalidad. “No entiendo que puede ver en ella. Yo como humana soy un poco más bonita”
−¿Necesitan algo? −preguntó
−No −respondí tajante. Como odiaba a cada persona dedicada a este lugar.
…”Que genio. Será una chulada de vampiro, pero su carácter es insoportable”
Perfecto, el sentimiento es mutuo.
−¿Sabe ella lo que sucede aquí? −preguntó Bella en un susurró, una vez que Gianna estuviera lo suficientemente lejos
−Sí, lo sabe todo.
−¿Sabe también que algún día pueden matarla?
−Es consciente de que existe esa posibilidad. Alberga la esperanza de que decidan quedársela.
Lo que era una tontería, la fantasía más patética y…al fin y al cabo, la más imposible.
Fue una de las cosas que me había dejado claro Cayo hacia unos momentos. Y lo que pude comprobar en su mente.
−¿Quiere convertirse en una de ellos?
Asentí solo una vez, sabía el rumbo de esta conversación y se me hizo un hueco profundo en el estomago.
−¿Cómo puede querer eso? ¿Cómo puede ver a esa gente desfilar al interior de esa habitación espantosa y querer formar parte de eso?
El hueco se hizo cada vez más grande. Oh… había llegado la hora, Bella por fin veía la realidad de los de nuestra clase, después de tantas veces de haberlo negado. Tal vez hoy sería el día que saldría corriendo y gritando de espanto… lejos de mí.
Muy sensato, por primera vez en su vida actuaría por su bienestar, como una humana normal que se aleja del peligro. Actuaría bien y sería lo que yo esperaba desde el principio, supo lo que yo era.
Lo sabía, y me lo había planteado muchas veces, que… a final de cuantas, ese día llegaría… pero, ¿podía dejarla irse ahora? ¿Ahora cuando más necesitaba se presencia y el calor de su piel humana?, ¿resistiría una vez más hundirme en las tinieblas que me provocaban su ausencia? ¿Soportaría el reloj lento… sintiendo como el tiempo se detenía si no estaba conmigo, el hueco ponzoñoso de mi pecho?
¡Estúpido!, ¡Edward, estúpido! ¿No era eso lo que querías? ¿No querías que ella se salvara de ti? ¡Acepta las cosas y déjala ir si ella lo desea!...Sí, ella era la quien decidía ahora, y eso era lo importante, nada más.
Esperé a que se deshiciera de mi abrazo.
−Ay, Edward −gimoteó al principio, mientras nuevas lágrimas corrían por sus mejillas.
Observándome detenidamente, intenté indagar alguna chispa de temor en sus ojos. Pero en ellos solo se dibujaba angustia… lejos de aliviarme, me hizo sentir más preocupado.
−¿Qué sucede? −pregunté y me arriesgué a consolarla de la forma más humana posible, aun teniéndola en mis brazos y palmeando su espalda. Esperando a que formulara la frase. “Quiero irme de aquí”, “me das miedo, por favor déjame ir”… "Edward, no quiero estar contigo…"
----------------------------------------------------------------
Hola:
lo siento taaaaaaaaaanto, es que, pues aqui en Ags justo cuando en toda la republica volvían a clases, nosotros estabamos de vacaciones por la FDSM10 (Feria De San Marcos 2010) y no crean que como en Volterra nos vestimos de rojo y adoramos a San Marcos, no claro que no.
Me supongo que l@s que viven en distintas partes de México si han oido hablar de ella pero para l@s que no pues es, como su nombre lo dice, una feria asi super padre que ahi aqui con juegos y cosas asi y dura 3 semanas pero solo nos dan 2 de vacaciones, y pues tenia que aprovecharla jajaja asi que no falte ni un solo día a la Feria.
Espero que me perdonen y aqui esta el cap, espero que les guste.
Sin más que decir se despide de utds. gaby!!**
viernes, 30 de abril de 2010
domingo, 18 de abril de 2010
¡No puede ser! ¿otro premio?
Reglas:
1.-Poner la imagen del premio, el blog quien te lo dio y recomendar el blog.
Muchas gracias Abby por este premio eres la mejor su blog es genial, muy romantico y entretenido
http://mii-priimer-amor.blogspot.com/
2.-Otorgar el premio a 15 blogs o menos que creas merecedoras del premio:
http://nessieandjakeforever.blogspot.com/
http://renesmeedegrande.blogspot.com/
http://renacer-twilight.blogspot.com/
http://darkness-gisell.blogspot.com/
http://thecullenandthevaosdelo.blogspot.com/
http://hijadelaluna-amanda.blogspot.com/
http://lucy-sky-and-diamonds.blogspot.com/
http://elissabetha-cullen.blogspot.com/
http://angelvampirico.blogspot.com/
3.- decir 10 cosas tuyas no conocidas por tus lectores:
1.-Me encantan los pasteles
2.-Soy un poco despistada
3.-Mis amigas creen que soy rebelde, yo me consiero libre
4.-Amo a Paramore
5.-Quiero estudiar periodismo
6.-Una de mis muchas metas es viajar por todo el mundo
7.-Soy muy soñadora
8.-Cuando me pongo una meta, no me rindo hasta cumplirla
9.-Team Jacob
10.-Amo a mis amigas, pero sobre todo amo a mi familia.
Sigan las reglas
1.-Poner la imagen del premio, el blog quien te lo dio y recomendar el blog.
Muchas gracias Abby por este premio eres la mejor su blog es genial, muy romantico y entretenido
http://mii-priimer-amor.blogspot.com/
2.-Otorgar el premio a 15 blogs o menos que creas merecedoras del premio:
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3.- decir 10 cosas tuyas no conocidas por tus lectores:
1.-Me encantan los pasteles
2.-Soy un poco despistada
3.-Mis amigas creen que soy rebelde, yo me consiero libre
4.-Amo a Paramore
5.-Quiero estudiar periodismo
6.-Una de mis muchas metas es viajar por todo el mundo
7.-Soy muy soñadora
8.-Cuando me pongo una meta, no me rindo hasta cumplirla
9.-Team Jacob
10.-Amo a mis amigas, pero sobre todo amo a mi familia.
Sigan las reglas
viernes, 16 de abril de 2010
Muchos premios!!!
lunes, 12 de abril de 2010
jueves, 8 de abril de 2010
Veredicto (tercera y última parte)
...El rostro de Bella, lleno de miedo y sufrimiento. Las ganas de gritar se esfumaron por completo...y recordé que aun con la sensación de arder en llamas o ser mutilado lentamente por otro vampiro, era nada, absolutamente nada comparado con el dolor que sentí al creer que la había perdido. El don de Jane se quedaba muy corto... no existía comparación. Para mi no hubo pero castigo y tortura que aquella que sentí al recibir aquella llamada, al sentir aquel agujero y vació frió en mi pecho...
Me había creado la experiencia en soportar cosas peores. Esto me ayudo a aguantar en silencio
-¡Basta! -escuche su voz desesperada, cargada de temor y pesadumbre. La mire de un momento a otro y ahí estaba... mirándome a mi, temiendo por mi. Cuando debería estar haciéndolo por si misma al ser tan vulnerable en este lugar. Alice la sujetaba contra ella, evitando que se interpusiera entre ella y Jane...
Bella quería protejerme, cuando era mi obligación protegerla. Me sentí impotente. Lo ultimo que quería es que me viera así, débil y poco fuerte.
-Jane... -la mirada sonriente de Jane se alejo de mi, mientras sentía como las llamas disminuían por completo. Alice se acerco a mi y me tomo en brazos. Estaba aturdido pero mas que eso, asustado, aterrorizado. Ya no había manera de proteger a Bella de Jane, Alie y yo no podíamos.
-Se encuentra bien -le susurró Alice. Pude notar la mirada de alivio y la poca importancia que le dio a la presencia de Jane. ¡¿Qué demonios importaba yo en este momento?! ¡era a ella a la que iban a torturar y ella solo se preocupaba solo por que yo estuviera mejor!...
...¿por qué su alma tiene que ser así?, ¡¿por qué Bella tiene que ser tan pura y buena incluso en un momento como este?!.
Me incorpore y, mas asustado como nunca lo he estado volví a rezar por segunda vez en ese día. "Qué sea inmune, no permitas que sienta dolor, no permitas que la toque". Implore al encontrarme con sus ojos color chocolate, los de ella llenos de duda y temor al saber que iba a pasar. Y los mios, más que aterrorizados.
"Juro por todo lo que es bendito que me alejare de ella para siempre, sin importar que me pase después, con tal de no verla jamás sufrir... que no le haga daño, que no la lastime..."
¡Qué rayos!, ¡no puedo hacerle daño!. ¿Qué esta pasando aquí?, ¿por qué no grita de dolor?
Grande...infinito fue el alivio y una vez más di mil gracias al cielo. Regresé inmediatamente a su lado... esta vez no me separaría más de ella.
-Ja, ja, ja -Aro estallo en una carcajada- ha sido muy valeroso de tu parte, Edward, por haberlo soportado en silencio. En una ocasión, solo por curiosidad, le pedí a Jane que me lo hiciera a mi terrible, verdaderamente doloroso. Magnifico don el de Jane. Sacudió la cabeza asombrado. Esto solo me recalca lo que yo ya se Edward, ella es una joya.
-¿Qué vamos a hacer con ustedes? -se pregunto en voz alta al mismo tiempo que se hacia la pregunta en su mente.
Por fin, el momento había llegado...Alice lo notó también y busco algún futuro para nosotros. No encontró nada... las desiciones aun no estaban tomadas.
Bella comenzó a temblar.
-Supongo que no existe posibilidad alguna de que hayas cambiado de parecer, ¿verdad? -preguntó Aro, solo para mi-Tu don sería una excelente adquisición para nuestro pequeño grupo
¡¿Qué?! ¡¿Aun quiere que ese payaso se una a las filas?! pensó Félix, envenenado
Mmm...piensalo bien Edwar Cullen. Los pensamientos de Jane eran sombríos y malvados, Siempre puedo intentar concentrarme en ella, sabes que mi don no es lo único que me hace ser temida.
Por supuesto, las amenazas de Jane... lejos de hacerme temblar,solo lograron fomentar más mi odio por ella. Sbía bien que mi ego era grande, a mi nadie me amenazaba. Jámas permitiría que le pusieran un solo dedo a Bella, aun si retaba a Jane. Y, de cualquier manera mi resolución era que prefería vivir toda mi vida con sed y oscuridad antes de unirme a esa secta de porquería.
El enfado me hizo articular las palabras con esfuerzo.
-Preferiría...no...hacerlo
-¿Y tú, Alice? -inquirio Aro aun expectante - ¿Estarías tal vez interesada en unirte a nosotros?
-No, gracias Ni aunque me dieran toda la ropa del mundo -dijo Alice.
-¿Y tú, Bella? Nada personal Edward. Se que te estoy aguijoneando demasiado... pero esta muchachita es verdaderamente imprecionante...¡un diamante en bruto! ¿te das cuenta de la cualidades que podría tener solo...?
Fue Cayo, el que interrumpió los pensamientos de Aro, aunque solo para lograr hacerme sentír peor.
-¿Qué? ¡Estás loco!...¿¡De verdad lo piensas perdonar!? -Susurró, echando chispas por dentro.
-Cayo, tienes que advertir el potencial, sin duda -le censuró con afecto -No he visto un diamante en bruto tan prometedor desde que encontramos a Jane y Alec. ¿Imaginas las posibilidades cuando sea uno de los nuestros?
¡Esto era el colmo! No les bastaba con aguijonearme con cada comentario, con cada pensamiento impregnado de delicia y antojo que la sangre de la Bella les causaba. El espécimen que les resulta a varios... como un conejillo de Indias ¡No, claro que no!, estaban dispuestos a quedársela para que siviera a la colección de especímenes de Los Vulturis, separarla una vez más de mi. ¡Estúpida legión de vampiros enfermos de podredumbre y poder!
Lo sonidos, casi bramidos, de furia que surgian de mi pecho no le pasaron desapercibidos a Bella.
-No, gracias -dijo con voz quebrada y baja, esperando que con eso mi furia se calmara...que equivocada estaba. El origen de mi enfado no era le temer si ella aceptaría o no. Más bien era la forma de trofeo que Aro veía en ella, el querer poseerla como un premio ganado, una de las más valiosas de sus adquisiciones, después de Alice y a mí.
Me volvía loco de rabia, Bella era mía...mía y no iba a permitir que sus ambiciones me la arrebataran.
Aro suspiro una vez más.
-Una verdadera lástima… ¡Qué despilfarro! Cayo no vas a perdonar esto…y sí no me ayudan no podré hacer nada. Sean razonables por el amor de Dios.
-Unirse o morir, ¿no es eso? – mascullé aun hirviendo de ira por dentro- ¡Pues vaya leyes las de ustedes!
-Por supuesto que no-Aro parpadeó atónito- Edward, ya nos habíamos reunido aquí para esperar a Heidi, no a ti.
-Aro -bisbiseo Cayo- la ley los reclama.
¿Qué soy el único cuerdo aquí? ¡Soy el único que ve esa cosa como lo que es…!
-¿Y cómo es eso? –pregunte desafiante.
Cayo señaló a Bella, añadió –Sabe demasiado. Has desvelado nuestros secretos.
-Aquí, en su castillo, también hay unos pocos humanos –acusé, acordándome de la sorpresa que tuve al ver a la escandalosa e insufrible humana llamada Gianna. El rostro de Cato se crispó con una nueva expresión. ¿Se supone que eso era una sonrisa?
-Sí –admitió-, pero nos sirven de alimento cuando dejan de sernos útiles. Ése no es tu plan para la chica. ¿Éstas preparado para acabar con ella si traiciona nuestros secretos? Yo creo que no –se mofó. Me hirvió la cabeza.
-No voy a… -Intervino Bella, pero inmediatamente se calló, al ver que Cayo no era precisamente el vampiro con el que se podía negociar fácilmente.
-Tampoco pretendes convertirla en una de los nuestros –prosiguió-, por consiguiente, ello nos hace vulnerables. Bien es cierto que, por esto, sólo habría que quitarle la vida a la chica.
Puedes dejarla aquí si lo deseas.
Todos comenzaron a revolotear de la emoción. En sus mentes ya se imaginaban el sabor de la sangre de Bella. Esto…esto verdaderamente me estaba llevando al límite. En un afán de responder a las innumeradas provocaciones que me mandaban, enseñe mis comillos.
-Lo que pensaba –concluyó Cayo con algo muy similar a la satisfacción.
Perfecto, lo que estaba esperando –Félix se inclinó hacia delante.
Basta Edward, Aguanta. Volví a escuchar los pensamientos de Alice tratando de hacerme entrar en razón.
-A menos que… -intervino Aro, que parecía muy contrariado- Una pelea ahora sería una estupidez. A menos que, ¿alberas el propósito de concederle la inmortalidad?
La cabeza me estaba dando tantas vueltas, lo suficiente como para poderme marear. Tenía que tomar todas las posibilidades, si es que quedaban alguna por supuesto.
-¿Y qué pasa si lo hago?
Aro sonrió, feliz de nuevo.
-Vaya, en ese caso serías libre de volver a casa y darle a mi amigo Carlisle recuerdos de mi parte. Pero me temo que tendrías que decirlo en serio y comprometerte.
Aro alzó su mano frente a la mía, esperando a que tomara la decisión y averiguar si esta era verdadera.
Me sentía acorralado, contra la espada y la pared. ¿Qué decisión debía tomar? ¿Qué debía hacer ahora? Bien, podría negarme… Oponerme a la autoridad de los tres vampiros y pelear hasta que estos me aniquilaran, ¿luego qué? No existía la mínima oportunidad y solo terminaríamos peor, pero deseaba cualquier cosa, la que fuera con tal de no condenarla a la vida de un oscuro monstruo. Tal vez, el cielo me pudo haber escuchado este día... pero, ¿y si no fuera así?, ¿y si solamente se tratase de mera suerte? Aun existía en mí la duda de saber si poseíamos un alma, ¿y si no?
¿Debía convertirla aún con la incertidumbre de si ella aún tendría otra oportunidad más allá de esta existencia?... Bella nació humana, existía un futuro a seguir para ella. Tenía que vivir, ir a la universidad… realizar todos sus sueños. Por supuesto, yo la seguiría en cada paso que diera, si ella me quería a su lado o vigilar su bienestar si no fuera así.
¿Y si Aro la tomaba?, ¿y si ella llegara a formar parte de esa oscura secta sedienta de poder y tan ególatra? La imagen de Bella por tanto una capa negra, con los ojos rojos de un fuerte color escarlata… es una larga fila junto a la insufrible Jane y a lado de Félix, esperando por las órdenes de sus amos… sin otro propósito más que servirles.
¡No, no podía arrebatarle la vida de ese modo! No estaba bien… no podía ¡NO!
-Hazlo, por favor –la voz de Bella me susurró al momento en que posé mi mirada sobre ella.
Suplicante.
La miré con gesto de dolor. ¿Era lo que ella en verdad deseaba?, ¿existían también otras posibilidades? De pronto, la imagen de mi mente cambió drásticamente, un vistazo al futuro… ¿y que si ella se quedaba conmigo? ¿Y que si teníamos una eternidad para estar juntos? Bella y yo, como una vez lo mencionó ella… equilibrio entre los dos. Amarla hasta el final y más allá de eso, sin necesidad de una vida humana finita, sin necesidad de ir corriendo a alcanzarla si el destino decidiera que su vida humana había llegado a su fin…
...Sin peligro para ella si permanezco a su lado
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Mil millones de lo siento.
Estos días he estado verdaderamente ocupada y bueno ya se que dije que iba a publicar ante ayer pero como explicarles que no tenía internet (aparentemente era una falla en el sistema que arreglaron, segun cuenta mi hermano como a las cuatro de la tarde hora que ya estoy en clase).
Y ayer me dejaron mucha tarea, les cuento: me dejaron estudiar como mil hojas (sentido figurado) para el examen de ENLACE que tenemos regresando de vacaciones, hacer una melodía para la clase de música, como 5 hojas de problemas de mate (tambien repaso de ENLACE) y muchas cosas más.
Dejando el drama atras, muchas gracias a Abby por darme muchisimos premios, en la próxima entrada los publicare junto con las recomendaciones.
Sin nada más que agregar, se despide Gaby!!**
NOTA:Siempre pongo esos signos (!!**) por que como no puedo hacer una firma aqui, es como mi propia firma digital (solo por si se lo preguntaban)
Me había creado la experiencia en soportar cosas peores. Esto me ayudo a aguantar en silencio
-¡Basta! -escuche su voz desesperada, cargada de temor y pesadumbre. La mire de un momento a otro y ahí estaba... mirándome a mi, temiendo por mi. Cuando debería estar haciéndolo por si misma al ser tan vulnerable en este lugar. Alice la sujetaba contra ella, evitando que se interpusiera entre ella y Jane...
Bella quería protejerme, cuando era mi obligación protegerla. Me sentí impotente. Lo ultimo que quería es que me viera así, débil y poco fuerte.
-Jane... -la mirada sonriente de Jane se alejo de mi, mientras sentía como las llamas disminuían por completo. Alice se acerco a mi y me tomo en brazos. Estaba aturdido pero mas que eso, asustado, aterrorizado. Ya no había manera de proteger a Bella de Jane, Alie y yo no podíamos.
-Se encuentra bien -le susurró Alice. Pude notar la mirada de alivio y la poca importancia que le dio a la presencia de Jane. ¡¿Qué demonios importaba yo en este momento?! ¡era a ella a la que iban a torturar y ella solo se preocupaba solo por que yo estuviera mejor!...
...¿por qué su alma tiene que ser así?, ¡¿por qué Bella tiene que ser tan pura y buena incluso en un momento como este?!.
Me incorpore y, mas asustado como nunca lo he estado volví a rezar por segunda vez en ese día. "Qué sea inmune, no permitas que sienta dolor, no permitas que la toque". Implore al encontrarme con sus ojos color chocolate, los de ella llenos de duda y temor al saber que iba a pasar. Y los mios, más que aterrorizados.
"Juro por todo lo que es bendito que me alejare de ella para siempre, sin importar que me pase después, con tal de no verla jamás sufrir... que no le haga daño, que no la lastime..."
¡Qué rayos!, ¡no puedo hacerle daño!. ¿Qué esta pasando aquí?, ¿por qué no grita de dolor?
Grande...infinito fue el alivio y una vez más di mil gracias al cielo. Regresé inmediatamente a su lado... esta vez no me separaría más de ella.
-Ja, ja, ja -Aro estallo en una carcajada- ha sido muy valeroso de tu parte, Edward, por haberlo soportado en silencio. En una ocasión, solo por curiosidad, le pedí a Jane que me lo hiciera a mi terrible, verdaderamente doloroso. Magnifico don el de Jane. Sacudió la cabeza asombrado. Esto solo me recalca lo que yo ya se Edward, ella es una joya.
-¿Qué vamos a hacer con ustedes? -se pregunto en voz alta al mismo tiempo que se hacia la pregunta en su mente.
Por fin, el momento había llegado...Alice lo notó también y busco algún futuro para nosotros. No encontró nada... las desiciones aun no estaban tomadas.
Bella comenzó a temblar.
-Supongo que no existe posibilidad alguna de que hayas cambiado de parecer, ¿verdad? -preguntó Aro, solo para mi-Tu don sería una excelente adquisición para nuestro pequeño grupo
¡¿Qué?! ¡¿Aun quiere que ese payaso se una a las filas?! pensó Félix, envenenado
Mmm...piensalo bien Edwar Cullen. Los pensamientos de Jane eran sombríos y malvados, Siempre puedo intentar concentrarme en ella, sabes que mi don no es lo único que me hace ser temida.
Por supuesto, las amenazas de Jane... lejos de hacerme temblar,solo lograron fomentar más mi odio por ella. Sbía bien que mi ego era grande, a mi nadie me amenazaba. Jámas permitiría que le pusieran un solo dedo a Bella, aun si retaba a Jane. Y, de cualquier manera mi resolución era que prefería vivir toda mi vida con sed y oscuridad antes de unirme a esa secta de porquería.
El enfado me hizo articular las palabras con esfuerzo.
-Preferiría...no...hacerlo
-¿Y tú, Alice? -inquirio Aro aun expectante - ¿Estarías tal vez interesada en unirte a nosotros?
-No, gracias Ni aunque me dieran toda la ropa del mundo -dijo Alice.
-¿Y tú, Bella? Nada personal Edward. Se que te estoy aguijoneando demasiado... pero esta muchachita es verdaderamente imprecionante...¡un diamante en bruto! ¿te das cuenta de la cualidades que podría tener solo...?
Fue Cayo, el que interrumpió los pensamientos de Aro, aunque solo para lograr hacerme sentír peor.
-¿Qué? ¡Estás loco!...¿¡De verdad lo piensas perdonar!? -Susurró, echando chispas por dentro.
-Cayo, tienes que advertir el potencial, sin duda -le censuró con afecto -No he visto un diamante en bruto tan prometedor desde que encontramos a Jane y Alec. ¿Imaginas las posibilidades cuando sea uno de los nuestros?
¡Esto era el colmo! No les bastaba con aguijonearme con cada comentario, con cada pensamiento impregnado de delicia y antojo que la sangre de la Bella les causaba. El espécimen que les resulta a varios... como un conejillo de Indias ¡No, claro que no!, estaban dispuestos a quedársela para que siviera a la colección de especímenes de Los Vulturis, separarla una vez más de mi. ¡Estúpida legión de vampiros enfermos de podredumbre y poder!
Lo sonidos, casi bramidos, de furia que surgian de mi pecho no le pasaron desapercibidos a Bella.
-No, gracias -dijo con voz quebrada y baja, esperando que con eso mi furia se calmara...que equivocada estaba. El origen de mi enfado no era le temer si ella aceptaría o no. Más bien era la forma de trofeo que Aro veía en ella, el querer poseerla como un premio ganado, una de las más valiosas de sus adquisiciones, después de Alice y a mí.
Me volvía loco de rabia, Bella era mía...mía y no iba a permitir que sus ambiciones me la arrebataran.
Aro suspiro una vez más.
-Una verdadera lástima… ¡Qué despilfarro! Cayo no vas a perdonar esto…y sí no me ayudan no podré hacer nada. Sean razonables por el amor de Dios.
-Unirse o morir, ¿no es eso? – mascullé aun hirviendo de ira por dentro- ¡Pues vaya leyes las de ustedes!
-Por supuesto que no-Aro parpadeó atónito- Edward, ya nos habíamos reunido aquí para esperar a Heidi, no a ti.
-Aro -bisbiseo Cayo- la ley los reclama.
¿Qué soy el único cuerdo aquí? ¡Soy el único que ve esa cosa como lo que es…!
-¿Y cómo es eso? –pregunte desafiante.
Cayo señaló a Bella, añadió –Sabe demasiado. Has desvelado nuestros secretos.
-Aquí, en su castillo, también hay unos pocos humanos –acusé, acordándome de la sorpresa que tuve al ver a la escandalosa e insufrible humana llamada Gianna. El rostro de Cato se crispó con una nueva expresión. ¿Se supone que eso era una sonrisa?
-Sí –admitió-, pero nos sirven de alimento cuando dejan de sernos útiles. Ése no es tu plan para la chica. ¿Éstas preparado para acabar con ella si traiciona nuestros secretos? Yo creo que no –se mofó. Me hirvió la cabeza.
-No voy a… -Intervino Bella, pero inmediatamente se calló, al ver que Cayo no era precisamente el vampiro con el que se podía negociar fácilmente.
-Tampoco pretendes convertirla en una de los nuestros –prosiguió-, por consiguiente, ello nos hace vulnerables. Bien es cierto que, por esto, sólo habría que quitarle la vida a la chica.
Puedes dejarla aquí si lo deseas.
Todos comenzaron a revolotear de la emoción. En sus mentes ya se imaginaban el sabor de la sangre de Bella. Esto…esto verdaderamente me estaba llevando al límite. En un afán de responder a las innumeradas provocaciones que me mandaban, enseñe mis comillos.
-Lo que pensaba –concluyó Cayo con algo muy similar a la satisfacción.
Perfecto, lo que estaba esperando –Félix se inclinó hacia delante.
Basta Edward, Aguanta. Volví a escuchar los pensamientos de Alice tratando de hacerme entrar en razón.
-A menos que… -intervino Aro, que parecía muy contrariado- Una pelea ahora sería una estupidez. A menos que, ¿alberas el propósito de concederle la inmortalidad?
La cabeza me estaba dando tantas vueltas, lo suficiente como para poderme marear. Tenía que tomar todas las posibilidades, si es que quedaban alguna por supuesto.
-¿Y qué pasa si lo hago?
Aro sonrió, feliz de nuevo.
-Vaya, en ese caso serías libre de volver a casa y darle a mi amigo Carlisle recuerdos de mi parte. Pero me temo que tendrías que decirlo en serio y comprometerte.
Aro alzó su mano frente a la mía, esperando a que tomara la decisión y averiguar si esta era verdadera.
Me sentía acorralado, contra la espada y la pared. ¿Qué decisión debía tomar? ¿Qué debía hacer ahora? Bien, podría negarme… Oponerme a la autoridad de los tres vampiros y pelear hasta que estos me aniquilaran, ¿luego qué? No existía la mínima oportunidad y solo terminaríamos peor, pero deseaba cualquier cosa, la que fuera con tal de no condenarla a la vida de un oscuro monstruo. Tal vez, el cielo me pudo haber escuchado este día... pero, ¿y si no fuera así?, ¿y si solamente se tratase de mera suerte? Aun existía en mí la duda de saber si poseíamos un alma, ¿y si no?
¿Debía convertirla aún con la incertidumbre de si ella aún tendría otra oportunidad más allá de esta existencia?... Bella nació humana, existía un futuro a seguir para ella. Tenía que vivir, ir a la universidad… realizar todos sus sueños. Por supuesto, yo la seguiría en cada paso que diera, si ella me quería a su lado o vigilar su bienestar si no fuera así.
¿Y si Aro la tomaba?, ¿y si ella llegara a formar parte de esa oscura secta sedienta de poder y tan ególatra? La imagen de Bella por tanto una capa negra, con los ojos rojos de un fuerte color escarlata… es una larga fila junto a la insufrible Jane y a lado de Félix, esperando por las órdenes de sus amos… sin otro propósito más que servirles.
¡No, no podía arrebatarle la vida de ese modo! No estaba bien… no podía ¡NO!
-Hazlo, por favor –la voz de Bella me susurró al momento en que posé mi mirada sobre ella.
Suplicante.
La miré con gesto de dolor. ¿Era lo que ella en verdad deseaba?, ¿existían también otras posibilidades? De pronto, la imagen de mi mente cambió drásticamente, un vistazo al futuro… ¿y que si ella se quedaba conmigo? ¿Y que si teníamos una eternidad para estar juntos? Bella y yo, como una vez lo mencionó ella… equilibrio entre los dos. Amarla hasta el final y más allá de eso, sin necesidad de una vida humana finita, sin necesidad de ir corriendo a alcanzarla si el destino decidiera que su vida humana había llegado a su fin…
...Sin peligro para ella si permanezco a su lado
--------------------------------------------------------------------------
Mil millones de lo siento.
Estos días he estado verdaderamente ocupada y bueno ya se que dije que iba a publicar ante ayer pero como explicarles que no tenía internet (aparentemente era una falla en el sistema que arreglaron, segun cuenta mi hermano como a las cuatro de la tarde hora que ya estoy en clase).
Y ayer me dejaron mucha tarea, les cuento: me dejaron estudiar como mil hojas (sentido figurado) para el examen de ENLACE que tenemos regresando de vacaciones, hacer una melodía para la clase de música, como 5 hojas de problemas de mate (tambien repaso de ENLACE) y muchas cosas más.
Dejando el drama atras, muchas gracias a Abby por darme muchisimos premios, en la próxima entrada los publicare junto con las recomendaciones.
Sin nada más que agregar, se despide Gaby!!**
NOTA:Siempre pongo esos signos (!!**) por que como no puedo hacer una firma aqui, es como mi propia firma digital (solo por si se lo preguntaban)
sábado, 3 de abril de 2010
Veredicto (segunda parte)
Lo último que Marco pensó antes de volver a su aburrimiento fue; Dídima
—Conozcamos la historia—canturreó Aro, tomando mientras Marco le extendía su mano para ir este la tocara y conociera su opinión. Cayo solo se limitó a sentarse en su trono y esperar de mal humor.
Es una relación bastante Fuerte, de parte de ambos. Estos casos son tan…. Inusuales.
Aro solo hizo una mueca y enarcó la ceja; ¿Por qué no me sorprende?, pero precisamente de la ‘Tua Cantante’ Creo que a este muchacho le encanta desperdiciar todo lo que tiene valor..
Resoplé.
—Gracias, Marco. Esto es muy interesante Mira que lograrte sacar la palabra ‘Inusual’, ¡Esplendido! —Asombroso, realmente increíble.
El rostro de Alice evidenciaba su descontento. Es de mala educación lo que están haciendo… ¿A caso estoy pintada?
—Marco ve las relaciones y ha quedado sorprendido por la intensidad de las nuestras.
Aro sonrió.
—Resulta difícil de comprender, eso es todo, incluso ahora —Aro caviló mientras estudiaba el brazo que utilizaba para rodear a Bella. De verdad increíble—. ¿Cómo puedes permanecer tan cerca de ella de ese modo?
—No sin esfuerzo —dije la mitad de la verdad. Me sorprendí un poco, he de admitir…El Esfuerzo, ya no era tan grande como antes solía ser. Es más; estaba seguro de poder permanecer a lado de Bella 6 semanas y aun sin haberme alimentado lo suficiente y ella ya no correría peligro. Hoy Me había superado…. Y No estaba entre mis planes hacer que Aro se enterara de que Había vencido a la irresistible Tua Cantante…
—Pero aun así... ¡La tua cantante! ¡Vaya despilfarro!
Reí, más no por gracia…fue un simple reflejo después de mis cavilaciones y la mención de ‘mi cantante’… Si Aro se enterara de mi nuevo logró…
Me rehusé a pensar en aquello.
—Yo lo veo más como un precio a pagar..
—Un precio muy alto.
—Simple costo de oportunidad.
— Este chico es tan gracioso No hubiera creído que el reclamo de la sangre de alguien pudiera ser tan fuerte de no haberla olido en tus recuerdos. Yo mismo nunca había sentido nada igual. La mayoría de nosotros vendería caro ese obsequio mientras que tú...lo cambias por un sentimientos febril que bien podría durar tan poco Lo…
—... lo derrocho —completé sus pensamientos.
Aro rió una vez más.
—¡Ay, cómo echo de menos a mi amigo Carlisle! Me recuerdas a él, excepto que él no se irritaba tanto Tenía ese hermoso Don de negarse a los placeres de la vida.
—Carlisle me supera en muchas otras cosas.
—Jamás pensé ver a nadie que superase a Carlisle en autocontrol, pero tú le haces palidecer.
—En absoluto —
Esto comenzaba a desesperarme, ¿Era costumbre de los Vulturis entretener así a los condenados?. Pensé que la única experta en tortura aquí se llamaba Jane… Intenté soportar su ‘amena’ charla un poco más. Con suerte, tal vez podríamos aprovecharnos de las apreciaciones de Aro para con nosotros.
—Me congratulo por su éxito —Aro reflexionó—. Tus recuerdos de él constituyen un verdadero regalo para mí, aunque me han dejado estupefacto. Me sorprende que haya... Me complace que el éxito le haya sorprendido en el camino tan poco ortodoxo que eligió. Temía que se hubiera debilitado y gastado con el tiempo. Me hubiera mofado de su plan de encontrar a otros que compartieran su peculiar visión, pero aun así, no sé por qué, me alegra haberme equivocado. No me malinterpretes Edward. Tu mejor que nadie sabe lo mucho que apreció a tu padre…solo permíteme exponerte mis opiniones.
Permití que continuara
—Pero ¡su abstinencia...!. No sabía que era posible tener tanta fuerza de voluntad. Habituarse a resistir el canto de las sirenas, no una vez, sino una y otra, y otra más... No lo hubiera creído de no haberlo visto por mí mismo. Sobre todo en tu caso, mi querido muchacho. Podría decir que comprendo el esfuerzo…Resistirse a tan hermoso y dulce canto de la sangre de esta jovencita… Juro que si no fueras hijo de mi querido amigo.
El rumbo de los pensamientos de Aro me pusieron enfermo. La imaginación solo duró un segundo…El degustar la dulce sangre de Bella.
…Yo ya me estaba planteando la manera de matarlo.
Lo siento…no pude evitarlo
—Sólo de recordar cuánto te atrae ella.... Me pone sediento.
Me tensé. Estuve a punto de saltarle encima.
—No te inquietes. No tengo intención de hacerle daño Sabes que me es imposible mentirte precisamente a tí, pero siento una enorme curiosidad sobre una cosa en particular Esta muchacha me llama tanto la atención. Me pregunto si su peculiaridad funciona solo con un lector de mentes—Miro a Bella con los ojos resaltado de curiosidad—. ¿Puedo? —preguntó con avidez al tiempo que alzaba una mano.
—Pregúntaselo a ella—respondí con aprensión.
—¡Por supuesto, qué descortesía por mi parte! …Bella, me fascina que seas la única excepción al impresionante don de Edward... Una cosa así me resulta de lo más interesante y, dado que nuestros talentos son tan similares en muchas cosas, me preguntaba si serías tan amable de permitirme hacer un intento para verificar si también eres una excepción para mí.
Me miró, el terrible miedo era presente en sus ojos y la incertidumbre me volvió a golpear de una manera tan injusta. ¿A quién miraba con terror?, ¿A Aro o a mí?, ¿Estaba en shock y por eso no pronunciaba palabra?... ¿Qué consecuencias traería esto después?.... e prohibí a mi mismo sentir mas pesadez al darme cuenta de que ella pasaba un mal rato; una vez más…por mi causa.
Asentí una sola vez, dándole lo que seguramente ella buscaba: Mi autorización. Y rogué porque Aro no le fuera inmune y poder conocer lo que Bella pensaba ahora y siempre pensó de mí.
Con manos temblorosas y lentamente…se dejó tocar por Aro una sola vez.
No puede ser. Nada…absolutamente nada.
—Pues sí, muy interesante —respondió este tratando de aparentar la ofensa que eso le causaba. No pude evita sentir alegría y, por supuesto, quise presumir que, tal vez no podía leer la mente de Bella por completo…pero era un excelente lector de sus expresiones, Cosa que Aro no podía hacer en ese momento.
Quise presumir y me regocije desde adentro. Aro lo notó, sacudió la cabeza con una media sonrisa. Fue cuando un simple pensamiento desarmó mi victoria silenciosa que todos los demás ignoraban.
—Lo primero... Me pregunto si es inmune al resto de nuestros dones... ¿Jane, querida? No he conocido a alguien que pueda burlar el terrible dolor de Jane. Me preguntó si esta niña lo logrará o pedería que la maten al experimentarlo.
— ¡No! —gruñí por fuera y dentro de mí con toda la furia que podía descargarse en la negación. ¡Oh No!, ¡Por supuesto que no!. Esto era llegar demasiado lejos… ¿Qué Aro no había visto nada en mi mente que pudiera hacerle ver el error y la tortura que eso podría causarme?
Tendría que ser más inteligente. Tendría que saber que preferiría que me mataran mil y una veces más, que dejar que la mente dolorosa de Jane se concentrara siquiera un segundo en causarle daño a Bella.
Tranquilízate, Bella puede que sea inmune a ella…Cálmate, esto no nos ayuda. Alice me retuvo contra ella, pero me la sacudí de inmediato.
La menuda Jane dedicó una sonrisa de felicidad a Aro.
—¿Sí, maestro?
Comencé a rugir mas y más, los sonidos salían desde los más profundo de mis pulmones y llegaba a sentirlos desgarrar mi garganta, Jamás estuve más furioso, ¡¿Estaban apostando a ver quien era capaz de causarme más furia?? ¿¡Cuál era el maldito premio premio!?,. Si Félix con sus comentarios estúpidos, superficiales y ególatras, Jacob Black con su finta de nuevo protector de Bella y salvador del momento dejándome a mi como un tonto… O Aro con sus pruebas idiotas y su ansia por ver si la cosa más valiosa que a pasado por mi vida puede soportar el infinito dolor de una de sus brujas que tiene como aprendíz.
Lo Veía en la mente de Aro, y también de la de esa pequeña bestia… A MI Bella gritando de dolor, pidiendo a gritos que la mataran… que hicieran lo que fuera por aminorar la tortura y el ardor que el don de Jane le provocaba.
Jane se volvió hacia nosotros con una sonrisa beatífica en los labios.
No pude resistirlo más, las flamas de la ira me quemaban por dentro mientras esa vampira me volvía a repetir su imaginativa intuición. No tenía sangre, pero la sentí hervir…La quería matar, la mataría antes de que intentara siquiera concentrarse en el rostro de Bella.
¿Te gusta lo que ves?
Con la ira febril en mis venas…me lancé sobre ella.
Caí al suelo.
No tuve mucho tiempo para analizar lo que estaba pasando. El ardor que sentia e todo mi cuerpo me impedia cavlar aunque fuera la mas minima idea. Era verdaderamente aterrador, quemaba y era doloroso. Tal vez igual al ardor que sintio mi piel al transformarme… tal vez aun pero. Llego el momento en que enti miedo. Jamas habia experimentado malestar fisico ni algo parcido desde que era un vampiro. Llege a pensar en gritar de un momento a otro. Movi la cabeza y me retorci aguantando la quemazon que emanaba por todo mi cuerpo. Fue cuando la vi.
El rostro de Bella, lleno de miedo y sufrimiento. Las ganas de gritar se esfumaron por completo
-------------------------------------------------------------------
Lo siento mucho muchisisisimoo
Siento no a ver publicado hasta hoy pero aquí están mis razones:
1.-El Miércoles tuve que estudiar para tres exámenes
2.-El Jueves me fui a un campamento super genial pero con un solo problema SIN INTERNET
3.-El Viernes estaba tan cansada del campamento que dormí casi todo el día
4.-Se acerca mi cumpleaños y estaba preparando las invitaciones para mi fiesta (se que en mi perfil dice que tengo 14 pero la verdad estoy a una semana de cumplirlos)
5.-El Viernes como a las 11:00pm (hora México) estaba a punto de subir el capitulo cuando el internet se apago y borro todo el capitulo (pense que existia un respaldo pero al parecer no)
Bueno creo que eso es todo publicare lo mas rápido posible, ya son 19 segudoras !las amo!
Recomendaciones en la proxima por que como explicarles que no he tenido tiempo de pasarme por los blogs
Sin más por el momento se despide Gaby!!**
—Conozcamos la historia—canturreó Aro, tomando mientras Marco le extendía su mano para ir este la tocara y conociera su opinión. Cayo solo se limitó a sentarse en su trono y esperar de mal humor.
Es una relación bastante Fuerte, de parte de ambos. Estos casos son tan…. Inusuales.
Aro solo hizo una mueca y enarcó la ceja; ¿Por qué no me sorprende?, pero precisamente de la ‘Tua Cantante’ Creo que a este muchacho le encanta desperdiciar todo lo que tiene valor..
Resoplé.
—Gracias, Marco. Esto es muy interesante Mira que lograrte sacar la palabra ‘Inusual’, ¡Esplendido! —Asombroso, realmente increíble.
El rostro de Alice evidenciaba su descontento. Es de mala educación lo que están haciendo… ¿A caso estoy pintada?
—Marco ve las relaciones y ha quedado sorprendido por la intensidad de las nuestras.
Aro sonrió.
—Resulta difícil de comprender, eso es todo, incluso ahora —Aro caviló mientras estudiaba el brazo que utilizaba para rodear a Bella. De verdad increíble—. ¿Cómo puedes permanecer tan cerca de ella de ese modo?
—No sin esfuerzo —dije la mitad de la verdad. Me sorprendí un poco, he de admitir…El Esfuerzo, ya no era tan grande como antes solía ser. Es más; estaba seguro de poder permanecer a lado de Bella 6 semanas y aun sin haberme alimentado lo suficiente y ella ya no correría peligro. Hoy Me había superado…. Y No estaba entre mis planes hacer que Aro se enterara de que Había vencido a la irresistible Tua Cantante…
—Pero aun así... ¡La tua cantante! ¡Vaya despilfarro!
Reí, más no por gracia…fue un simple reflejo después de mis cavilaciones y la mención de ‘mi cantante’… Si Aro se enterara de mi nuevo logró…
Me rehusé a pensar en aquello.
—Yo lo veo más como un precio a pagar..
—Un precio muy alto.
—Simple costo de oportunidad.
— Este chico es tan gracioso No hubiera creído que el reclamo de la sangre de alguien pudiera ser tan fuerte de no haberla olido en tus recuerdos. Yo mismo nunca había sentido nada igual. La mayoría de nosotros vendería caro ese obsequio mientras que tú...lo cambias por un sentimientos febril que bien podría durar tan poco Lo…
—... lo derrocho —completé sus pensamientos.
Aro rió una vez más.
—¡Ay, cómo echo de menos a mi amigo Carlisle! Me recuerdas a él, excepto que él no se irritaba tanto Tenía ese hermoso Don de negarse a los placeres de la vida.
—Carlisle me supera en muchas otras cosas.
—Jamás pensé ver a nadie que superase a Carlisle en autocontrol, pero tú le haces palidecer.
—En absoluto —
Esto comenzaba a desesperarme, ¿Era costumbre de los Vulturis entretener así a los condenados?. Pensé que la única experta en tortura aquí se llamaba Jane… Intenté soportar su ‘amena’ charla un poco más. Con suerte, tal vez podríamos aprovecharnos de las apreciaciones de Aro para con nosotros.
—Me congratulo por su éxito —Aro reflexionó—. Tus recuerdos de él constituyen un verdadero regalo para mí, aunque me han dejado estupefacto. Me sorprende que haya... Me complace que el éxito le haya sorprendido en el camino tan poco ortodoxo que eligió. Temía que se hubiera debilitado y gastado con el tiempo. Me hubiera mofado de su plan de encontrar a otros que compartieran su peculiar visión, pero aun así, no sé por qué, me alegra haberme equivocado. No me malinterpretes Edward. Tu mejor que nadie sabe lo mucho que apreció a tu padre…solo permíteme exponerte mis opiniones.
Permití que continuara
—Pero ¡su abstinencia...!. No sabía que era posible tener tanta fuerza de voluntad. Habituarse a resistir el canto de las sirenas, no una vez, sino una y otra, y otra más... No lo hubiera creído de no haberlo visto por mí mismo. Sobre todo en tu caso, mi querido muchacho. Podría decir que comprendo el esfuerzo…Resistirse a tan hermoso y dulce canto de la sangre de esta jovencita… Juro que si no fueras hijo de mi querido amigo.
El rumbo de los pensamientos de Aro me pusieron enfermo. La imaginación solo duró un segundo…El degustar la dulce sangre de Bella.
…Yo ya me estaba planteando la manera de matarlo.
Lo siento…no pude evitarlo
—Sólo de recordar cuánto te atrae ella.... Me pone sediento.
Me tensé. Estuve a punto de saltarle encima.
—No te inquietes. No tengo intención de hacerle daño Sabes que me es imposible mentirte precisamente a tí, pero siento una enorme curiosidad sobre una cosa en particular Esta muchacha me llama tanto la atención. Me pregunto si su peculiaridad funciona solo con un lector de mentes—Miro a Bella con los ojos resaltado de curiosidad—. ¿Puedo? —preguntó con avidez al tiempo que alzaba una mano.
—Pregúntaselo a ella—respondí con aprensión.
—¡Por supuesto, qué descortesía por mi parte! …Bella, me fascina que seas la única excepción al impresionante don de Edward... Una cosa así me resulta de lo más interesante y, dado que nuestros talentos son tan similares en muchas cosas, me preguntaba si serías tan amable de permitirme hacer un intento para verificar si también eres una excepción para mí.
Me miró, el terrible miedo era presente en sus ojos y la incertidumbre me volvió a golpear de una manera tan injusta. ¿A quién miraba con terror?, ¿A Aro o a mí?, ¿Estaba en shock y por eso no pronunciaba palabra?... ¿Qué consecuencias traería esto después?.... e prohibí a mi mismo sentir mas pesadez al darme cuenta de que ella pasaba un mal rato; una vez más…por mi causa.
Asentí una sola vez, dándole lo que seguramente ella buscaba: Mi autorización. Y rogué porque Aro no le fuera inmune y poder conocer lo que Bella pensaba ahora y siempre pensó de mí.
Con manos temblorosas y lentamente…se dejó tocar por Aro una sola vez.
No puede ser. Nada…absolutamente nada.
—Pues sí, muy interesante —respondió este tratando de aparentar la ofensa que eso le causaba. No pude evita sentir alegría y, por supuesto, quise presumir que, tal vez no podía leer la mente de Bella por completo…pero era un excelente lector de sus expresiones, Cosa que Aro no podía hacer en ese momento.
Quise presumir y me regocije desde adentro. Aro lo notó, sacudió la cabeza con una media sonrisa. Fue cuando un simple pensamiento desarmó mi victoria silenciosa que todos los demás ignoraban.
—Lo primero... Me pregunto si es inmune al resto de nuestros dones... ¿Jane, querida? No he conocido a alguien que pueda burlar el terrible dolor de Jane. Me preguntó si esta niña lo logrará o pedería que la maten al experimentarlo.
— ¡No! —gruñí por fuera y dentro de mí con toda la furia que podía descargarse en la negación. ¡Oh No!, ¡Por supuesto que no!. Esto era llegar demasiado lejos… ¿Qué Aro no había visto nada en mi mente que pudiera hacerle ver el error y la tortura que eso podría causarme?
Tendría que ser más inteligente. Tendría que saber que preferiría que me mataran mil y una veces más, que dejar que la mente dolorosa de Jane se concentrara siquiera un segundo en causarle daño a Bella.
Tranquilízate, Bella puede que sea inmune a ella…Cálmate, esto no nos ayuda. Alice me retuvo contra ella, pero me la sacudí de inmediato.
La menuda Jane dedicó una sonrisa de felicidad a Aro.
—¿Sí, maestro?
Comencé a rugir mas y más, los sonidos salían desde los más profundo de mis pulmones y llegaba a sentirlos desgarrar mi garganta, Jamás estuve más furioso, ¡¿Estaban apostando a ver quien era capaz de causarme más furia?? ¿¡Cuál era el maldito premio premio!?,. Si Félix con sus comentarios estúpidos, superficiales y ególatras, Jacob Black con su finta de nuevo protector de Bella y salvador del momento dejándome a mi como un tonto… O Aro con sus pruebas idiotas y su ansia por ver si la cosa más valiosa que a pasado por mi vida puede soportar el infinito dolor de una de sus brujas que tiene como aprendíz.
Lo Veía en la mente de Aro, y también de la de esa pequeña bestia… A MI Bella gritando de dolor, pidiendo a gritos que la mataran… que hicieran lo que fuera por aminorar la tortura y el ardor que el don de Jane le provocaba.
Jane se volvió hacia nosotros con una sonrisa beatífica en los labios.
No pude resistirlo más, las flamas de la ira me quemaban por dentro mientras esa vampira me volvía a repetir su imaginativa intuición. No tenía sangre, pero la sentí hervir…La quería matar, la mataría antes de que intentara siquiera concentrarse en el rostro de Bella.
¿Te gusta lo que ves?
Con la ira febril en mis venas…me lancé sobre ella.
Caí al suelo.
No tuve mucho tiempo para analizar lo que estaba pasando. El ardor que sentia e todo mi cuerpo me impedia cavlar aunque fuera la mas minima idea. Era verdaderamente aterrador, quemaba y era doloroso. Tal vez igual al ardor que sintio mi piel al transformarme… tal vez aun pero. Llego el momento en que enti miedo. Jamas habia experimentado malestar fisico ni algo parcido desde que era un vampiro. Llege a pensar en gritar de un momento a otro. Movi la cabeza y me retorci aguantando la quemazon que emanaba por todo mi cuerpo. Fue cuando la vi.
El rostro de Bella, lleno de miedo y sufrimiento. Las ganas de gritar se esfumaron por completo
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Lo siento mucho muchisisisimoo
Siento no a ver publicado hasta hoy pero aquí están mis razones:
1.-El Miércoles tuve que estudiar para tres exámenes
2.-El Jueves me fui a un campamento super genial pero con un solo problema SIN INTERNET
3.-El Viernes estaba tan cansada del campamento que dormí casi todo el día
4.-Se acerca mi cumpleaños y estaba preparando las invitaciones para mi fiesta (se que en mi perfil dice que tengo 14 pero la verdad estoy a una semana de cumplirlos)
5.-El Viernes como a las 11:00pm (hora México) estaba a punto de subir el capitulo cuando el internet se apago y borro todo el capitulo (pense que existia un respaldo pero al parecer no)
Bueno creo que eso es todo publicare lo mas rápido posible, ya son 19 segudoras !las amo!
Recomendaciones en la proxima por que como explicarles que no he tenido tiempo de pasarme por los blogs
Sin más por el momento se despide Gaby!!**
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