jueves, 8 de abril de 2010

Veredicto (tercera y última parte)

...El rostro de Bella, lleno de miedo y sufrimiento. Las ganas de gritar se esfumaron por completo...y recordé que aun con la sensación de arder en llamas o ser mutilado lentamente por otro vampiro, era nada, absolutamente nada comparado con el dolor que sentí al creer que la había perdido. El don de Jane se quedaba muy corto... no existía comparación. Para mi no hubo pero castigo y tortura que aquella que sentí al recibir aquella llamada, al sentir aquel agujero y vació frió en mi pecho...
Me había creado la experiencia en soportar cosas peores. Esto me ayudo a aguantar en silencio

-¡Basta! -escuche su voz desesperada, cargada de temor y pesadumbre. La mire de un momento a otro y ahí estaba... mirándome a mi, temiendo por mi. Cuando debería estar haciéndolo por si misma al ser tan vulnerable en este lugar. Alice la sujetaba contra ella, evitando que se interpusiera entre ella y Jane...
Bella quería protejerme, cuando era mi obligación protegerla. Me sentí impotente. Lo ultimo que quería es que me viera así, débil y poco fuerte.

-Jane... -la mirada sonriente de Jane se alejo de mi, mientras sentía como las llamas disminuían por completo. Alice se acerco a mi y me tomo en brazos. Estaba aturdido pero mas que eso, asustado, aterrorizado. Ya no había manera de proteger a Bella de Jane, Alie y yo no podíamos.

-Se encuentra bien -le susurró Alice. Pude notar la mirada de alivio y la poca importancia que le dio a la presencia de Jane. ¡¿Qué demonios importaba yo en este momento?! ¡era a ella a la que iban a torturar y ella solo se preocupaba solo por que yo estuviera mejor!...
...¿por qué su alma tiene que ser así?, ¡¿por qué Bella tiene que ser tan pura y buena incluso en un momento como este?!.

Me incorpore y, mas asustado como nunca lo he estado volví a rezar por segunda vez en ese día. "Qué sea inmune, no permitas que sienta dolor, no permitas que la toque". Implore al encontrarme con sus ojos color chocolate, los de ella llenos de duda y temor al saber que iba a pasar. Y los mios, más que aterrorizados.
"Juro por todo lo que es bendito que me alejare de ella para siempre, sin importar que me pase después, con tal de no verla jamás sufrir... que no le haga daño, que no la lastime..."

¡Qué rayos!, ¡no puedo hacerle daño!. ¿Qué esta pasando aquí?, ¿por qué no grita de dolor?
Grande...infinito fue el alivio y una vez más di mil gracias al cielo. Regresé inmediatamente a su lado... esta vez no me separaría más de ella.

-Ja, ja, ja -Aro estallo en una carcajada- ha sido muy valeroso de tu parte, Edward, por haberlo soportado en silencio. En una ocasión, solo por curiosidad, le pedí a Jane que me lo hiciera a mi terrible, verdaderamente doloroso. Magnifico don el de Jane. Sacudió la cabeza asombrado. Esto solo me recalca lo que yo ya se Edward, ella es una joya.
-¿Qué vamos a hacer con ustedes? -se pregunto en voz alta al mismo tiempo que se hacia la pregunta en su mente.

Por fin, el momento había llegado...Alice lo notó también y busco algún futuro para nosotros. No encontró nada... las desiciones aun no estaban tomadas.
Bella comenzó a temblar.

-Supongo que no existe posibilidad alguna de que hayas cambiado de parecer, ¿verdad? -preguntó Aro, solo para mi-Tu don sería una excelente adquisición para nuestro pequeño grupo

¡¿Qué?! ¡¿Aun quiere que ese payaso se una a las filas?! pensó Félix, envenenado

Mmm...piensalo bien Edwar Cullen. Los pensamientos de Jane eran sombríos y malvados, Siempre puedo intentar concentrarme en ella, sabes que mi don no es lo único que me hace ser temida.

Por supuesto, las amenazas de Jane... lejos de hacerme temblar,solo lograron fomentar más mi odio por ella. Sbía bien que mi ego era grande, a mi nadie me amenazaba. Jámas permitiría que le pusieran un solo dedo a Bella, aun si retaba a Jane. Y, de cualquier manera mi resolución era que prefería vivir toda mi vida con sed y oscuridad antes de unirme a esa secta de porquería.
El enfado me hizo articular las palabras con esfuerzo.
-Preferiría...no...hacerlo

-¿Y tú, Alice? -inquirio Aro aun expectante - ¿Estarías tal vez interesada en unirte a nosotros?

-No, gracias Ni aunque me dieran toda la ropa del mundo -dijo Alice.

-¿Y tú, Bella? Nada personal Edward. Se que te estoy aguijoneando demasiado... pero esta muchachita es verdaderamente imprecionante...¡un diamante en bruto! ¿te das cuenta de la cualidades que podría tener solo...?
Fue Cayo, el que interrumpió los pensamientos de Aro, aunque solo para lograr hacerme sentír peor.

-¿Qué? ¡Estás loco!...¿¡De verdad lo piensas perdonar!? -Susurró, echando chispas por dentro.

-Cayo, tienes que advertir el potencial, sin duda -le censuró con afecto -No he visto un diamante en bruto tan prometedor desde que encontramos a Jane y Alec. ¿Imaginas las posibilidades cuando sea uno de los nuestros?

¡Esto era el colmo! No les bastaba con aguijonearme con cada comentario, con cada pensamiento impregnado de delicia y antojo que la sangre de la Bella les causaba. El espécimen que les resulta a varios... como un conejillo de Indias ¡No, claro que no!, estaban dispuestos a quedársela para que siviera a la colección de especímenes de Los Vulturis, separarla una vez más de mi. ¡Estúpida legión de vampiros enfermos de podredumbre y poder!
Lo sonidos, casi bramidos, de furia que surgian de mi pecho no le pasaron desapercibidos a Bella.

-No, gracias -dijo con voz quebrada y baja, esperando que con eso mi furia se calmara...que equivocada estaba. El origen de mi enfado no era le temer si ella aceptaría o no. Más bien era la forma de trofeo que Aro veía en ella, el querer poseerla como un premio ganado, una de las más valiosas de sus adquisiciones, después de Alice y a mí.
Me volvía loco de rabia, Bella era mía...mía y no iba a permitir que sus ambiciones me la arrebataran.

Aro suspiro una vez más.
-Una verdadera lástima… ¡Qué despilfarro! Cayo no vas a perdonar esto…y sí no me ayudan no podré hacer nada. Sean razonables por el amor de Dios.

-Unirse o morir, ¿no es eso? – mascullé aun hirviendo de ira por dentro- ¡Pues vaya leyes las de ustedes!

-Por supuesto que no-Aro parpadeó atónito- Edward, ya nos habíamos reunido aquí para esperar a Heidi, no a ti.

-Aro -bisbiseo Cayo- la ley los reclama.
¿Qué soy el único cuerdo aquí? ¡Soy el único que ve esa cosa como lo que es…!

-¿Y cómo es eso? –pregunte desafiante.
Cayo señaló a Bella, añadió –Sabe demasiado. Has desvelado nuestros secretos.

-Aquí, en su castillo, también hay unos pocos humanos –acusé, acordándome de la sorpresa que tuve al ver a la escandalosa e insufrible humana llamada Gianna. El rostro de Cato se crispó con una nueva expresión. ¿Se supone que eso era una sonrisa?

-Sí –admitió-, pero nos sirven de alimento cuando dejan de sernos útiles. Ése no es tu plan para la chica. ¿Éstas preparado para acabar con ella si traiciona nuestros secretos? Yo creo que no –se mofó. Me hirvió la cabeza.

-No voy a… -Intervino Bella, pero inmediatamente se calló, al ver que Cayo no era precisamente el vampiro con el que se podía negociar fácilmente.

-Tampoco pretendes convertirla en una de los nuestros –prosiguió-, por consiguiente, ello nos hace vulnerables. Bien es cierto que, por esto, sólo habría que quitarle la vida a la chica.
Puedes dejarla aquí si lo deseas.

Todos comenzaron a revolotear de la emoción. En sus mentes ya se imaginaban el sabor de la sangre de Bella. Esto…esto verdaderamente me estaba llevando al límite. En un afán de responder a las innumeradas provocaciones que me mandaban, enseñe mis comillos.
-Lo que pensaba –concluyó Cayo con algo muy similar a la satisfacción.

Perfecto, lo que estaba esperando –Félix se inclinó hacia delante.

Basta Edward, Aguanta. Volví a escuchar los pensamientos de Alice tratando de hacerme entrar en razón.

-A menos que… -intervino Aro, que parecía muy contrariado- Una pelea ahora sería una estupidez. A menos que, ¿alberas el propósito de concederle la inmortalidad?
La cabeza me estaba dando tantas vueltas, lo suficiente como para poderme marear. Tenía que tomar todas las posibilidades, si es que quedaban alguna por supuesto.
-¿Y qué pasa si lo hago?

Aro sonrió, feliz de nuevo.
-Vaya, en ese caso serías libre de volver a casa y darle a mi amigo Carlisle recuerdos de mi parte. Pero me temo que tendrías que decirlo en serio y comprometerte.

Aro alzó su mano frente a la mía, esperando a que tomara la decisión y averiguar si esta era verdadera.
Me sentía acorralado, contra la espada y la pared. ¿Qué decisión debía tomar? ¿Qué debía hacer ahora? Bien, podría negarme… Oponerme a la autoridad de los tres vampiros y pelear hasta que estos me aniquilaran, ¿luego qué? No existía la mínima oportunidad y solo terminaríamos peor, pero deseaba cualquier cosa, la que fuera con tal de no condenarla a la vida de un oscuro monstruo. Tal vez, el cielo me pudo haber escuchado este día... pero, ¿y si no fuera así?, ¿y si solamente se tratase de mera suerte? Aun existía en mí la duda de saber si poseíamos un alma, ¿y si no?

¿Debía convertirla aún con la incertidumbre de si ella aún tendría otra oportunidad más allá de esta existencia?... Bella nació humana, existía un futuro a seguir para ella. Tenía que vivir, ir a la universidad… realizar todos sus sueños. Por supuesto, yo la seguiría en cada paso que diera, si ella me quería a su lado o vigilar su bienestar si no fuera así.
¿Y si Aro la tomaba?, ¿y si ella llegara a formar parte de esa oscura secta sedienta de poder y tan ególatra? La imagen de Bella por tanto una capa negra, con los ojos rojos de un fuerte color escarlata… es una larga fila junto a la insufrible Jane y a lado de Félix, esperando por las órdenes de sus amos… sin otro propósito más que servirles.
¡No, no podía arrebatarle la vida de ese modo! No estaba bien… no podía ¡NO!

-Hazlo, por favor –la voz de Bella me susurró al momento en que posé mi mirada sobre ella.
Suplicante.
La miré con gesto de dolor. ¿Era lo que ella en verdad deseaba?, ¿existían también otras posibilidades? De pronto, la imagen de mi mente cambió drásticamente, un vistazo al futuro… ¿y que si ella se quedaba conmigo? ¿Y que si teníamos una eternidad para estar juntos? Bella y yo, como una vez lo mencionó ella… equilibrio entre los dos. Amarla hasta el final y más allá de eso, sin necesidad de una vida humana finita, sin necesidad de ir corriendo a alcanzarla si el destino decidiera que su vida humana había llegado a su fin…
...Sin peligro para ella si permanezco a su lado
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Mil millones de lo siento.
Estos días he estado verdaderamente ocupada y bueno ya se que dije que iba a publicar ante ayer pero como explicarles que no tenía internet (aparentemente era una falla en el sistema que arreglaron, segun cuenta mi hermano como a las cuatro de la tarde hora que ya estoy en clase).
Y ayer me dejaron mucha tarea, les cuento: me dejaron estudiar como mil hojas (sentido figurado) para el examen de ENLACE que tenemos regresando de vacaciones, hacer una melodía para la clase de música, como 5 hojas de problemas de mate (tambien repaso de ENLACE) y muchas cosas más.
Dejando el drama atras, muchas gracias a Abby por darme muchisimos premios, en la próxima entrada los publicare junto con las recomendaciones.
Sin nada más que agregar, se despide Gaby!!**

NOTA:Siempre pongo esos signos (!!**) por que como no puedo hacer una firma aqui, es como mi propia firma digital (solo por si se lo preguntaban)

1 comentario:

  1. Perdoname tu por no leer...
    [Examenes, tareas, etc]
    GENIAL
    me encanta me encanta
    Edward esta cegado por su amor a Bella y yo cegada por este blog... Creo que Stephanie va a prohibirme leer sus libros de nuevo por ser tan adicta :P
    Tu nos das lo que ella no nos dió ...
    Por cierto
    ¡Genial! Que te guste mi blog... Me hace feliz :)
    Bueno me voy
    Besos♥

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Un bloOg noO esta coOmplenthoO sii noO dejas thu coOmenthariioO