Sorpresa

Ashley POV*

− ¿Qué es lo que están haciendo aquí? −casi grite por la sorpresa
− ¿Es así como nos recibes Ashley Lynn? Yo pensé que eras más educada −dijo la morena con expresión calmada
− Si, pues yo pensé que estaban en Italia y que no regresarían −dijo mi hermana
− Pues, no esperábamos para verlas −dijo la rubia con una sonrisa en el rostro
− Pero… −comenze a decir, pero la rubia me mandó callar
− Ya no digas nada, no nos vieron
− ¿Sabes lo asustada que esta mi abuela por tu “linda” visista?
− Ahí, por favor Anneliese Marie, sabemos que están felices de vernos, así que ya basta de regaños.
− De acuerdo. Hola Charlotte, Chanel
− Hola −dijeron a la vez
− Charlotte Bracci, creo que olvidaron decir nuestro apellido −dijo la rubia, con una falsa expresión de enfado
− Es cierto Chanel Bracci
− Muy bien, hola Charlotte Bracci, hola Chanel Bracci −dije exasperada. Annie dijo lo mismo
− Hola Ashley Lynn Rossi, hola Anneliese Marie Rossi −dijeron a la vez


Nuestras visitas eran las hermanas Bracci, viejas amigas de las Rossi durante mucho tiempo.
Charlotte Bracci, era alta, delgada, cabello castaño claro, ojos grandes color azul, casi gris y era mayor que su hermana por solo 2 meses
Chanel Bracci era lo opuesto a ella, también era alta y delgada, pero el color de su cabello era rubio y el color de sus ojos era un gris claro.
Ambas eran vampiros, por supuesto y nos ayudaban en la constante lucha con los Galeazzi.
Sus costumbres era raras, por no decir de otro mundo. Cada vez que nos querían dirigir la palabra, lo hacían llamándonos por nuestros dos nombres, y nosotras teníamos que hacer lo mismo. E incluso, en algunas ocasiones, terminaban la oración de la otra.
Actuaban como verdaderos vampiros y solo salían de noche, aunque el sol solo les desagrade a la piel. Por supuesto su dieta era de humanos y como todos los vampiros, pueden leer la mente.

− ¿Cuánto tiempo piensan quedarse? −pregunte después de un rato en silencio
− Uno o tal vez dos… −empezó a decir Charlotte
− Años −terminó Chanel
− ¿¡Años!? −gritamos Annie y yo a la par
− ¿Les molesta nuestra visita? −pregunto Chanel, desafiante
− No es que nos moleste, es que este no es lugar para verdaderos vampiros −dije, tratando de aligerar el ambiente
− Si lo dices por nuestra dieta no te preocupes, viajaremos hasta Londres si es necesario para no levantar sospechas −dijo Charlotte
− Escuchamos que los Galeazzi esta cerca de Francia. Existe poco tiempo para que las encuentren y como sus “armas” no podemos permitir que eso suceda −terminó Chanel, haciendo comillas en la palabra
− ¿Por qué las comillas? −preguntó Annie
− Bien, Anneliese Marie, te dices ser italiana de nacimiento y no sabes el porque nos llamamos a nosotras mismas armas −dijo Charlotte con enfado
− Si fuesen verdaderas italianas sabrían que nuestro apellido tiene una peculiaridad. Si traduces la palabra Bracci al español, sabrán que significa “armas” −dijo Chanel, con el mismo enfado de su hermana
− Lo sentimos −dijimos a la vez



− ¿Qué le voy a decir a Adrián? Él sabe que no tenemos familia, así que no les podemos decir que son nuestras primas −dijo Annie cuando nos preparábamos para la escuela
− No te preocupes, solo dile que son unas viejas amigas de Italia que se mudaron aquí −dije restándole importancia
− Esta bien…pero odio mentirle.
− Anneliese Marie, no lograrás nada diciéndole a tu novio la verdad −dijo Chanel entrando a nuestra habitación
− Capaz de que solo logras espantar al pobre chico −dijo Charlotte, entrando detrás de ella.
− Solo lo pensé Chanel Bracci, no es como si lo fuera a cumplir
− Anneliese Marie, se que esto de mentirle a tu novio no esta bien…… −comenzó Chanel
− Pero sabes también que es la única manera −terminó Charlotte
− Saben que, vamos a dejar este tema por la paz y nos iremos a la escuela −dije tomando mi mochila y bajando las escaleras lo más rápido que pude. Annie imitó mi acto y salimos a toda prisa de la casa.
− No odio que estén aquí, de verdad que ya las extrañaba. Pero su visita significa que los Galeazzi estén cerca y eso me pone más nerviosa de lo normal −dije cuando estábamos en la esquina, para que no pudieran escucharnos
− Y sabes que yo odio tener que mentirle a Adrián por lo que nos está pasando
− Por cierto, ¿no dijeron que iban a pasar por nosotras? −dije confundida, pues esperábamos el autobús
− No, Adrián me mando un mensaje hace poco. Dice que Charly esta enfermo y no ira a la escuela. Adrián también vendrá en autobús
Genial, pensé para mis adentros, este día no puede ir peor.

Llegamos a la escuela y todo estaba excesivamente callado, como si no hubiera alumnos ni maestros.
− ¿Pero qué demonios pasó aquí? −dije volteando a ambos lados de la calla, viendo el estacionamiento casi vacío.
− Es como si la mitad de los estudiantes hubieran faltado a clase −dijo mi hermana

Entramos a los salones y estaba otra vez esa extraña sensación de que algo faltaba, de que algo no estaba bien en este día. Tuve el presentimiento de que no fue buena idea venir a clases hoy.

− Jenny, me puedes decir porque hay tan pocos estudiantes hoy −le dije a mi compañera de laboratorio
− ¿Nadie te lo dijo? −preguntó sorprendida. Yo solo negué con la cabeza− Pues…desapareció un estudiante.
− ¿Quién? −pregunte alarmada por la noticia
− James Snow…el hermano de Charly
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Hola chicas...!!
Si, yo se que debi haber publicado antes, pero mi regalo de navidad fue una Compaq mini =D y pues todos mis archivos de la lap viejita los tube que mover y casi se me borran todos mis archivos =C
Pero los pude salvar y ¡listo! aqui estoy.
Bueno, me voy bye bye