viernes, 26 de marzo de 2010

Veredicto (primera parte)

Era tan extraña y tan injusta la manera en que las situaciones podían cambiar en un lapso de tan poco tiempo. Bien, el tiempo era una verdadera desventaja, solía pensar que lo era solo para los humanos, Yo no cambiaba y el tiempo solía pasarme desapercibido, no le daba la más mínima importancia. Mas, Hace unos meses, sentía como si este se hiciera mucho más lento de lo ya era para un ser normal…Más sofocante y doloroso. Unos minutos atrás; glorioso, los segundos más cortos, pero impregnados de una dicha casí casí…infinita.

Y ahora… Solo me resultaba impredecible, frustrante y de alguna manera…si se podía decir; Dichoso… Aún estando plenamente conciente de lo que seguramente nos aguardaría cuando cruzáramos aquel callejón oscuro…escoltados como si fuéramos unos criminales sentenciados. No pude evitar sentir regocijo al sentir mi cuerpo, mi ser…completamente curado. Ya no existía pesadumbre, dolor, agonía o ardor en aquel espacio frió que ocupaba mi pecho, era como si aquella tortura jamás hubiera existido. No quedaban marcas ni cicatrices…simplemente, era como si nunca hubiera estado ahí… Lo único que sabía, era que ELLA, estaba viva, conmigo…la apretaba fuertemente contra mí mientras nos seguíamos abriendo paso entre las paredes oscuras.

Moría por saber lo que pensaba, y estoy seguro de que ella necesitaba también varias respuestas, lo veía en su rostro crispado por el miedo y la incertidumbre. Le negué con la cabeza. Si salíamos de esta… le daría todas las respuestas que ella quisiera, y mucho más que eso…
La caravana siguió circulando, Alice…que parecía saber mucho más de lo yo ignoraba…caminaba sin pesar ni emoción alguna delante de nosotros, siguiendo los pasos de Jane. Sentía curiosidad…bastante, lo suficiente como para no poder esperar a preguntar en otro momento. ¿Qué rayos había sucedido?, ¿Qué conclusiones debió de haber tenido aquella visión que, se suponía, había sido la muerte segura de la razón de mi vivir?...

Intente no temblar al recordar mi situación hacia un día en Río de Janeíro.
—Bien, Alice —comencé con un tono neutro, como cualquiera que hubiera usado al inicio de una simple conversación—. Supongo que no debería sorprenderme verte aquí.

—Ha sido error mío —contestó Alice en el mismo tono—Mi Visión no fue del todo perfecta, debo decir, más bien incompleta. Vaya que lo lamentamos todos, me siento culpable Era mi responsabilidad haberlo hecho bien.

— ¿Qué ocurrió? —pregunté, una vez más con tono neutro…aunque por dentro estallaba la curiosidad.

—Es una larga historia —los ojos de Alice se deslizaron sobre Bella y se dirigieron hacia otro lado

—. En pocas palabras, ella saltó de un acantilado, pero no pretendía suicidarse. Parece que últimamente a Bella le van los deportes de riesgo.

-Muy bien, se que te mueres por una explicación. Aquí va la nota informativa -Alice comenzó a informarme- No es que quiera hacer más ‘ameno’ este momento. Pero, ¡Te lo advertí!. Y espera…no has oído aun el resto, ¿Qué va?....Esto te va a encantar; Tu queridísima presa, a la que estuviste rastreando hasta el otro extremo del mundo, regresó a Forks… ¡Espera!, ¡no se te ocurra hacer una escena aún!. Bella estuvo a salvo todo el tiempo, obviamente no gracias a ti-
Rodeé los ojos, y si era posible, intente retener mi furia- Y a esto viene la explicación de porque mi error. Bella tiene un amiguito muy ‘simpatico’. Si pensábamos que ella era un imán para los problemas, pues te informo que también lo es para las criaturas míticas. Bella es amiga de Jacob Black; un licántropo apenas iniciado. Deberías agradecerle, gracias a el Bella sigue aquí…aun, y no en el fondo del mar o en el estomago de Victoria.

—Mmm — fue lo único que logré pronunciar. No estaba seguro de arrepentirme de haber preguntado, y era obvio que el toque sutil de Alice al relatar los sucesos daba mas para remarcar mis errores y hacerme sentir; o más culpable…o más furioso… Nunca debí apostar en contra de Alice, al parecer…ella siempre tiene y tendrá la razón en todo lo que presagiaba., cosa que odio por completo. De haberla escuchado…de haber razonado con ella aquella noche en mi auto cuando me fui de Canadá….

No tenía caso lamentarme, pero fue algo inevitable para mi. ¡Y yo pensando que la dejaba segura!, ¿¡A caso no estaba consciente de lo peligro que ella se acarreaba sola aún sin mi presencia?!, ¿Cuántas veces tuve que salvarla de peligros humanos cuando la conocí?...¡Pero claro!, un accidente y el caballero la deja a su suerte….Con una maldita vampira sedienta de venganza y una manada de lobos inmaduros como su único recurso….

No debía sentir repulsión contra ellos, o más bien contra Jacob Black, el amigo de Bella con la mente más escandalosa que haya leído... Pero los sentimientos de celos, envidia y enojo me embargaron al ser él…ÉL y no YO, quien le salvará la vida de ese acantilado…e hubiera tomado mi lugar como protector de su frágil vida humana contra Victoría.
...Eso iba a cambiar-pensé-Volverás a su lado…Todo va a cambiar- Bufé mentalmente…Claro, si sobrevivimos.

Fueron los castañeos de dientes y los ligeros temblores de Bella, los que me hicieron salir de aquel debate interno. Estaba fría…y el apretarla contra mí no le ayudaba en lo absoluto. Me separé de ella, pero esta se negó a hacerlo, se abrazó de mi una vez mas, como quien teme perder algo, y siguió su camino sin importarle el gélido frío que yo despedía…Froté mi mano contra sus brazos, para así, darle tan siquiera un poco de calor…
Seguimos el camino, ya habíamos entrado al palacio…estaba seguro de ello porque reconocía aquella habitación decorada como si fuera la recepción de una bonita oficina…Alec ya no estaba esperando ahí.
—Jane...

—Alec —repuso ella mientras abrazaba al joven. Intercambiaron sendos besos en las mejillas y luego nos miraron a nosotros.

—Te enviaron en busca de uno y vuelves con dos... y medio —miró con curiosidad a Bella la acerqué más a mi sin que ella se percatara—Interesante…Ella debe de ser Buen trabajo.

—Bienvenido de nuevo, Edward —Alec se dirigió a mi, con ese fastidioso tono educado y hospitalario—Pareces de mucho mejor humor.

—Un poquito —admití, apostaba a que, aunque me encontrará frustrado, asustado, mal humorado y con la culpa más grande que uno podría cargar a las espaldas. Sin duda era mucho mejor que el Sentimiento gélido y de frialdad que mostraba mi rostro la primera vez que me encontré con Alec y la demás guardia.

— ¿Y ésta es la causante de todo el problema? —preguntó con incredulidad. Más la respuesta ya la tenía en su mente desde que entramos a aquella sala… Me limite a sonreírle afirmándoselo. Mas la sonrisa se me heló al instante
Heidi tiene que concedérmela.. ¡se me hace agua la boca!, ¡ya quiero probarla!

—¡Me la pido primero! —intervino Félix con suma tranquilidad desde detrás. A ver si así te enciendes Idiota.
Oh…claro que estaba encendido, más bien…estaba ardiendo. Que fácil sería pelear aquí y ahora. Proferí un gruñido…Más traté de recordarme a quien sostenía a mi lado y de quien no iba a alejarme ni un solo centímetro más. Félix sonrió. Su mano estaba levantada, con la palma hacia arriba. Curvó sus dedos dos veces, invitándome a iniciar una pelea.
Estaba a punto de aceptar la invitación
-Paciencia —me advirtió Alice.

—Aro se alegrará de volver a verte—Habló por fín Alec…

—No le hagamos esperar —sugirió Jane.

No hubo vacilación de parte nuestra, asentí sin más y tome a Bella para cruzar la puerta de aquella antecámara que nos conduciría hacia donde se encontraban Aro, Cayo, Marco y la demás guardia. Ya podía escuchar sus mentes. Llegamos a donde ellos ya nos estaban esperando. En la mente de Jane solo podía oírse regocijo y alegría por su trabajo.

Moría por escuchar las felicitaciones y apreciaciones de su amo. El ego; era sin duda la carta de identificación de los Vulturis.
Los pensamientos de Jane se volvieron más escandalosos cuando Aro fue hacia ella, pronunció las palabras que la pequeña deseaba oír y depositaba un Beso (que me pareció por completo insulso de ver), para luego dirigir la atención hacia nosotros.

—¿Lo ves, Edward? . ¿Qué te dije yo? ¿No te alegras de que te hayamos denegado tu petición de ayer? —Aro estaba más que maravillado, en su mente solo se leían dos cosas; La pieza valiosa que deseaba reunir a su colección aun seguía con vida y de pilón, había encontrado otras dos igual de atrayentes.

—Sí, Aro, lo celebro —admití, receloso apreté más a Bella contra mi, deleitándome, aunque fuera en el mejor momento, de la sensación que me embargaba cuando la tenía junto a mí. Si era posible, JAMÁS la volvería a soltar.

—Me encantan los finales felices. Son tan escasos —Aro suspiró—. Eso sí, quiero que me cuenten toda la historia. ¿Cómo ha sucedido esto, Alice? —volvió hacia Alice, los ojos empañados y llenos de curiosidad—. Tu hermano parecía creer que eras infalible, pero al parecer cometiste un error.

—No, no, no soy infalible ni por asomo —mostró una sonrisa deslumbrante. Estúpidos Licántropos apretó con fuerza los puños—. Como pudieron ver hoy, a menudo causo más problemas de los que soluciono.

—Eres demasiado modesta . He contemplado alguna de tus hazañas más sorprendentes y he de admitir que no había visto a nadie con un don como el tuyo. ¡Maravilloso!
Ella me miró interrogante; ¿De qué Rayos está hablando? Pensó.
Aro lo notó

La charla continuó con las explicaciones de mi Don; las cualidades y defectos de el de Aro, y remarcó una vez más….lo útil que le sería yo al percibir los pensamientos de los demás sin tener que ofrecer un contacto físico.
Fue la entrada de sus hermanos; Marco y Cayo. Lo que no interrumpió la platica de la “comparación de Dones” y la indirecta de “Edward únete de una vez a nosotros”. Los dos vampiros entraron con gracia.
—¡Marco, Cayo, miren! —Canturreó Aro—. Después de todo, Bella sigue viva y Alice se encuentra con ella. ¿No es maravilloso?

¡Una humana!, ¡ AQUÍ!. Aro va a conseguir sacarme de mis casillas un día de estos...es tan conciliador
Bah…

¡Un momento! Los pensamientos aburridos de Marco dieron un cambio terriblemente drástico. Cualquiera que lo viera a simple vista; sabría que seguía aburrido. Más sus pensamientos solo se concentraban en una cosa. Ahora Marco estaba escaneándonos a Bella y a mí.

Su mente dio un sonido de gran asombro; luego se dirigió a una imagen poco clara; una mujer, mas bien una vampiresa…Observándolo a el, con esos ojos tan conocidos por mí; el mismo brillo que mostraban los de Bella cuando me veía. Estaban en aquel recuerdo que se hizo luego oscuro. Lo último que Marco pensó antes de volver a su aburrimiento fue; Dídima.
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ja amo dejarlas con la intriga ¿se nota mucho? jajaja bno debo decir que lo de Dídima no estaba en el blog original eso lo invente yo, espero que les guste. Y bno pasando a otro punto se supone que hoy eran las recomendaciones pero ¿adivinen que? no he podido pasarme por los blogs asi que mañana seran !ahora si prometido y recontra prometido! XD
bno sin nada que agregar se despide de usd. gaby!!**

2 comentarios:

  1. Hola mi nombre es Emily y vengo de www.angelvampirico.blogspot.com/,ME ENCANTA TU BLOG!!,es genial,muy bueno.Si quieres y xfa pasa por el mio.
    Xoxo

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  2. Hola!
    Como siempre te quedo tan genial
    Por cierto, en mi blog:
    http://renesmeedegrande.blogspot.com/
    Tienes un premio
    ¡Pásate!
    Es el premio número 3
    Besos :D

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Un bloOg noO esta coOmplenthoO sii noO dejas thu coOmenthariioO